Index . a nutrir paisaje protegido mirando por:

Cap I

Ecología de ecosistemas e hidrología urbana . 20 preguntas

confesiones . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 .

Dinámica horizontal en humedales: esteros, bañados, meandros, cordones litorales . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 .

Cap II

Patrimonios en ámbitos rurales, confesiones .

17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 38 . 39 .

El paisaje construído en Al Maitén . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 .

Cap III

Paisajes culturales . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 .

Cap IV

El timón 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 .

Cap V

Leyes particulares . introito . 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 .

Cap VI

Paisajes interiores

Inmanencias . 1 . 2 . . La viga de cruce . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Joaquín Lera . . jubileo . . creación . . intangibles . . Carlos Lohlé . . Guillermo Roux . . César Pelli .

Relaciones multidisciplinarias que aprecian sumar criterios a la reforma de la ley 8912

Art. 2.- Son objetivos fundamentales del ordenamiento territorial:
a) Asegurar la preservación y el mejoramiento del medio ambiente, mediante una adecuada organización de las actividades en el espacio.
b) La proscripción de acciones degradantes del ambiente y la corrección de los efectos de las ya producidas.
c) La creación de condiciones físico-espaciales que posibiliten satisfacer al menor costo económico y social, los requerimientos y necesidades de la comunidad en materia de vivienda, industria, comercio, recreación, infraestructura, equipamiento, servicios esenciales y calidad del medio ambiente.
d) La preservación de las áreas y sitios de interés natural, paisajístico, histórico o turístico, a los fines del uso racional y educativo de los mismos.
e) La implantación de los mecanismos legales, administrativos y económico-financieros que doten al gobierno municipal de los medios que posibiliten la eliminación de los excesos especulativos, a fin de asegurar que el proceso de ordenamiento y renovación urbana se lleve a cabo salvaguardando los intereses generales de la comunidad.
f) Posibiliten la participación orgánica de la comunidad en el proceso de ordenamiento territorial, como medio de asegurar que tanto a nivel de la formulación propuesta, como de su realización y procure satisfacer sus intereses, aspiraciones y necesidades.
g) Propiciar y estimular la generación de una clara conciencia comunitaria sobre la necesidad vital de la preservación y recuperación de los valores ambientales.

Este preámbulo tan completo repite 3 veces la palabra ambiente. Sin embargo. olvida el primario soporte ecosistémico. No hay ambiente que valga sin "ecosistema" que le de sustento. Ver en el Anexo I de la ley 11723 la definición de esta voz, que en 1976 no tenía cabida en el conocimiento de los que forjaron la 8912.

ECOSISTEMA: Sistema relativamente estable en el tiempo y termodinámicamente abierto en cuanto a la entrada y salida de sustancias y energía. Este sistema tiene una entrada (energía solar, elementos minerales de las rocas, atmósfera y aguas subterráneas) y una salida de energía y sustancias biogénicas hacia la atmósfera (calor, oxígeno, ácido carbónico y otros gases), la litósfera (compuesta por humos, minerales, rocas sedimentarias) y la hidrósfera (sustancias disueltas en las aguas superficiales, ríos y otros cuerpos de aguas).

Y tan claro es ésto, que la Gral del Ambiente, en sus presupuestos mínimos expresa en su art 2º, el siguiente objetivo: inc e) Mantener el equilibrio y dinámica de los sistemas ecológicos;

que en su art 6º reitera: En su contenido, debe prever las condiciones necesarias para garantizar la dinámica de los sistemas ecológicos, mantener su capacidad de carga y, en general, asegurar la preservación ambiental y el desarrollo sustentable.

El uso de esta voz ecosistema reconoce los más variados destinos. Así por caso la UNGS ya dice reconocer ecosistemas políticos, así como otros descubrirán en la cueva de un oso hormiguero o en dos hormigas atrapadas en un ámbar, o en el hombre atrapado en la ciudad, otro tipo de ecosistemas. Situaciones que darían entrada directa a todo tipo de disciplinas.

Pero he aquí que la definición que la ley nos acerca de la voz "ecosistema" apunta a uno termodinámicamente abierto en cuanto a la entrada y salida de sustancias y energía; apuntando en primer término a la solar.

Ni el político atrapado y atrapando votos, ni el oso hormiguero, las hormigas y el ciudadano, cada uno atrapados a su manera, guardan relación con esta condición que define lo inequívoco de un ecosistema. Y los equívocos no están solo referidos a éstos que acabamos de descartar.

Serán hábitats, o biomas, o alguna otra cosa, pero no los ecosistemas definidos en la ley 11723. Acepto que el empleo de la raíz eco* es un robo innecesario para una cuestión que solo apunta a valorar los enlaces entre sistemas termodinámicos naturales olárquicos abiertos. Acordemos un nuevo nombre, pero apreciemos la diferencia.

Esta primera reflexión es importante, porque al parecer, algunos de los resonantes fracasos que cargan nuestras urbes, no caben referirlos a cuestiones de FOS y FOT o de contaminación, sino en forma indirecta, como reflejo de la incapacidad de los soportes aire, agua y suelo, para brindarse a nuestras necesidades si antes no comprendemos sus propias necesidades de mantener a salvo esos enlaces.

Las relaciones que median entre el hombre y el soporte, son las ambientales. Las que median entre los ecosistemas son los enlaces y gradientes ecosistémicos. Y a esas relaciones apunta la ecología de los ecosistemas.

Que deberá delimitar de forma inequívoca los ecosistemas, clasificar los diferentes tipos de ecosistemas, seguir los cambios en el estado de un ecosistema;

· identificar los criterios para la determinación de teorías y modelos de ecosistemas, y aplicar estos criterios en la investigación de los ecosistemas;

· proporcionar una explicación plausible de las causas de la estructura del ecosistema y la organización ;

· ser eficaz para ayudar a resolver los urgentes problemas ambientales.

Si bien se trata de sistemas naturales abiertos a integración o disociación, no es dable mentar olarquías, sin referir a cada uno de esos enlaces en particular.

Es indudable que la política tiene algo que ver con la atención o descuido con que atendemos estas relaciones y cuidados de los equilibrios de las dinámicas de los ecosistemas, como lo solicita el art 2º, inc e y capacidad de carga, como lo solicita el art. 6º de la ley 25675.

Y también tiene que ver la antropología que ya sabe del gusto que tiene la criatura de anteponerse a Madre Natura;

y la geología que gusta mirar por la edad de los suelos, pero poco se compenetra por los procesos termodinámicos que tuvieron lugar en su formación; tal el caso de las acreencias territoriales debidas a interminables sucesiones de cordones litorales.

Y la ciencia hidráulica que sigue infiriendo energía gravitacional moviendo las aguas en planicies extremas, ignorando que el 23 % de la energía del sol va destinada al movimiento de los fluidos.

Demasiada energía para no haber sido nunca considerada en tan fenomenal escala. ¿O creerán que el río Amazonas sale al mar a 7,5 km/h tras recorrer los últimos 900 Kms, con esta energía gravitacional oficiando milagros en una pendiente de tan solo 2 mm x Km?

¿Y por qué el Paraná con el doble de pendiente promedio, como de pendiente final, sale a 3 veces menos velocidad que el Amazonas?

¿habrá alguna otra explicación que no tenga que ver con el sol y con las baterías convectivas conformadas en los esteros y bañados aledaños, que aquí en Tigre, Escobar y Pilar nos devoramos con tanto placer?

El olvido del soporte termodinámico presente en la voz ecosistema es tan común y extendido, que pocos nichos del conocimiento quedan salvo de su desconsideración.

¿Y para qué habríamos de preocuparnos por una cuestión semántica, si desde Newton a la fecha no nos hemos enterado de su importancia que fuera termodinámica, mecánica o exclusivamente dialéctica?

Tampoco nos hemos dado cuenta de que todos los tributarios urbanos del Oeste están soberanamente MUERTOS. Y esta no es una problemática hidráulica. La hidráulica fue la responsable de multiplicar sus ruinas. Cerrando el ojo mecánico, la problemática empieza a descubrirse termodinámica.

Semejante despiste no se reduce a una cuestión semántica. Ni reduce los afanes interdisciplinarios de abocarse a acercar propuestas para modificar la 8912.

Sin embargo, deberemos recordar que la tarea de desarrollar una ecología de ecosistemas implica delimitar de forma inequívoca los ecosistemas, clasificar los diferentes tipos de ecosistemas, y seguir los cambios en el estado de un ecosistema;

· identificar los criterios para la determinación de teorías y modelos de ecosistemas, y aplicar estos criterios en la investigación de los ecosistemas;

· proporcionar una explicación plausible de las causas de la estructura del ecosistema y la organización ;

· y ser eficaz para ayudar a resolver los urgentes problemas ambientales.

Y vuelvo a repetir: si bien se trata de sistemas naturales abiertos a integración o disociación, no es dable mentar olarquías, sin referir a cada uno de esos enlaces, de a uno en uno.

Esos enlaces son lo que permiten que la cadena de la Vida funcione.

Esos enlaces son los que la ciencia habitualmente infiere con recursos matemáticos en modelos de caja negra; es decir, solo reconocidos por mandinga.

Para que hayamos ignorado 300 años que esos flujos llamados laminares son fantasía de la ciencia, es necesario que alguno de estos personajes haya metido la cola en nuestras confortables conciencias analógicas.

Al tiempo que los más asombrados reflexionamos sobre cómo fundar ciudad en un tejido de cuencas MUERTAS, recordamos que los presupuestos mínimos nos dicen que estas materias son lo primero a considerar; antes de las generalidades ambientales, antes de sus sustentabilidades y mucho antes que las urbanicidades.

Tiempo oportuno habrá para enlazarnos a todas las disciplinas, que antes o después concurren a asistir criterios para la reforma de la 8912.

La proscripción, la corrección, la implantación de los mecanismos legales, la eliminación de los excesos especulativos, la salvaguarda de los intereses generales de la comunidad, merecen que todas las discilinas vayan madurando sus observaciones críticas.

De hecho, estos desenfoques ecosistémicos referidos a dinámicas horizontales de aguas someras y cursos de agua en planicies extremas, han dado lugar a 36 demandas de inconstitucionalidad de leyes, decretos y demás normas reglamentarias en SCJPBA y otras 4 en CSJN; probando hacer foco en puntuales y reiteradas observaciones legales y jurisprudenciales que desconocen ya no las cuestiones termodinámicas, sino los mismos y más elementales compromisos ambientales entre lo particular y lo general, en fallos liminares exhibiendo su abstracción en la adjetivación procesal.

Tan extendidos desenfoques han permitido las más torpes regresiones reglamentarias, transfiriendo decenas de miles de hectáreas de suelos de dominio público al dominio privado.

Esto no solo descubre la voracidad del desarrollo de las urbes dando dentelladas en las interfaces rurales; sino el avance más descontrolado hacia los suelos anegables menos apropiados. Los mejores negocios con los peores suelos dan lugar a generosos repartos y a generosos olvidos.

Sin recordar este presupuesto mínimo del Art 10º, inc e), ley 25675: conservación y protección de ecosistemas significativos, todas las reformas que hagamos en la 8912 serán cirugías estéticas.

Sin resaltar la importancia de las declaraciones de zona crítica de protección especial a determinadas cuencas, acuíferas, áreas o masas de agua por sus características naturales o de interés ambiental, el art 101 de los dec 1359/78 y 1549/83, reglamentarios de la ley 8912, seguirán siendo manoseados para dejar todos estos suelos anegables en promesas de ingenieros hidráuicos que ahora hablan de transparencia hidráulica a través de un banquero devenido urbanista. La interdisciplinariedad luce a pleno marketing, aunque la integridad luzca escondida.

Ya es hora que la antropología y la biología vean que hay atrás de la criatura hidráulica que hace obras de Walkirias maldonadas multimillonarias, pero jamás afora sus caudales de salida.

Este año hemos visto a directores de cátedra de hidrología de la UNLP rasgándose las vestiduras. Pero nada pasó con estas ciencias duras. Los cadáveres aparecían a 400 m del Palacio de Justicia y un año después pedían a los cadáveres depositados en la morgue que respondieran a las causas de sus muertes. Hubiera sido más sincero ir a golpear a la tumba de Newton.

¿Responderá esta situación a la falta de participación interdisciplinaria; o a los ojos cerrados en todas las disciplinas?

¿Acaso es necesario ser especialista en alguna disciplina: ciencias naturales, exactas, humanidades, para darse cuenta de que todas las salidas de los tributarios urbanos del Oeste están soberanamente MUERTAS? Y algunas como la del Riachuelo suman 228 años de fallecidas.

¿Acaso las imágenes mostrando esas parálisis no son claras? ¿Qué ordenamiento del suelo soporta estas desidias?

Con hablar de vivienda digna o de FOS y FOT resolveremos algo de estos cimientos en el barro? ¿Algo de todos los mantos freáticos super polucionados? ¿Algo de todas las cavas criminales sumergiéndose de cabeza en el santuario Puelches? ¿Algo del despiste cognitivo de no saber ubicar dónde están las grandes energías de dispersión?

¿Qué duda cabe que después de 38 años la 8912 merece unas cuantas caricias?

¿Pero de qué servirán estas caricias si antes no miramos por los arts 2º, inc e y 6º de la ley 25675. Si antes no ponemos en orden el arranque de nuestras miradas?

 

Sugerencias para darle trabajo a los ojos sin usar demasiado la razón.

Videos a reproducir con Quick Time. Verificar los plugins.

http://www.muertesdelaliviador.com.ar/bid7.html  video de 43 minutos (4 temas alrededor de un microsistema de flujos convectivos y tapones de salidas tributarios)

http://www.alestuariodelplata.com.ar/prospectivas4.html  120 minutos . Sobre el devenir mediterráneo de Bs As
 
http://www.delriolujan.com.ar/manadelcielo.html  90 minutos . Nuevo paradigma termodinámico
 
http://www.hidroensc.com.ar/incorte92.html  90 minutos sobre crímenes hidrogeológicos

 

29 de Marzo del 2014

 

Ecología . Ekulogía

Puesto que la voz ecología está de moda y alcanza a todos los usos y deseos, no resulta sencillo ponerle límites termodinámicos, que en adición, nunca han sido modelizados en laboratorio.

Dejaremos por el momento a la palabra logos tranquila y miraremos un poco por las raíces de eco, oikos.

Su raíz indoeuropea *weik- la descubre como clan; sanscrito vis, como morada, casa; El avéstico y el albanés comparten la misma voz y significado; gótico weihs, pueblo, aldea; eslavo antiguo eclesial, visi, pueblo.

Con vocalismo o y sufijo *woik-o-; griego oikos, casa.

Latín vicus: unidad social inmediatamente superior a la familia, barrio, vecino.

Por ello, entender a la ecología como el estudio de las relaciones entre los organismos y el medio en que viven, ya resulta muy rico en aprecios; que los hay para todos los gustos, ámbitos, usos y destinos.

¿Qué acontece si a esta voz la relacionamos con la voz sistemas?

La voz sistema viene de la forma reduplicada de *si-st-

Latín sisto; griego homérico istor, elevar con esfuerzo. De aquí estas voces con sus correspondientes prefijos: asistir, consistir, desistir, existir, insistir, persistir, subsistir.

Griego istemi, poner colocar; extasis, arrobamiento del alma, estar fuera de sí; sistema, (prep. sün), conjunto de reglas, principios o conocimiento.

¿Y qué sucede si a esas relaciones de un determinado conjunto de reglas, principios o conocimiento las advertimos dudosas, faltantes, incompletas?

Así parece señalarlo Marc Sagoff cuando resume que: la ecología de los ecosistemas deberá delimitar de forma inequívoca los ecosistemas, clasificar los diferentes tipos de ecosistemas, seguir los cambios en el estado de un ecosistema;

· identificar los criterios para la determinación de teorías y modelos de ecosistemas, y aplicar estos criterios en la investigación de los ecosistemas;

· proporcionar una explicación plausible de las causas de la estructura del ecosistema y la organización ;

· ser eficaz para ayudar a resolver los urgentes problemas ambientales.

Sagoff señala que la ecología de los ecosistemas falla en los 4 cargos.

La lingüística histórica nos acerca el morfema ku-, como base hipotética de palabras que significan espacios vacíos, de relaciones faltantes, de lazos y vínculos sin definir.

Pues entonces, hacer con la voz ekulogía, diferencia de la voz ecología -que ya no es dable delimitar en sus usos porque todos protestarían-, nos remitiría a esas relaciones de sistemas y entre sistemas, sin reconocimiento, que Marc Sagoff nos advierte faltan definir.

De esos faltantes, ya el Anexo I de la ley 11723 nos acerca definición que en 1976 no tenía cabida en el conocimiento de los que forjaron la 8912.

ECOSISTEMA: Sistema relativamente estable en el tiempo y termodinámicamente abierto en cuanto a la entrada y salida de sustancias y energía. Este sistema tiene una entrada (energía solar, elementos minerales de las rocas, atmósfera y aguas subterráneas) y una salida de energía y sustancias biogénicas hacia la atmósfera (calor, oxígeno, ácido carbónico y otros gases), la litósfera (compuesta por humos, minerales, rocas sedimentarias) y la hidrósfera (sustancias disueltas en las aguas superficiales, ríos y otros cuerpos de aguas).

De todas estas entradas y salidas, al menos en las dinámicas de las aguas en planicies extremas, comparto con Sagoff la sospecha que falta mucho por definir. Y esta pauta que la ley 11723 regala de plantearlo en términos de termodinámica de sistemas naturales olárquicos abiertos, no es a despreciar. Por el contrario, marca un fenomenal comienzo para seguir mirando.

La pretensión de Sagoff de definirlo en forma inequívoca parece de cumplimiento inviable. Sin embargo, las advecciones que reconocen las dinámicas de las aguas en planicies extremas, lucen inequívocas.

Es dable explicar porque lo hacen en determinada dirección y no en otra. Es dable explicar sus disociaciones y asociaciones, sus precipitaciones y sus suspensiones, sus largos viajes a los abimos del mar sin perder su identidad; esa que forjaron toda su rica cadena de enlaces. Esa que da vuelta toda la historia de la voz entropía y la devuelve a la más originaria filología.

Acerco la raíz indoeuropea *trep- volver, girar; en sánscrito, trápate cambiar de sitio; en griego entropia, cantidad que se mantiene constante en un cuerpo tras sus diferentes transformaciones, como expresión que apunta al movimiento perpetuo en brazos de Natura reinando por doquier e imposible desde modelo aislado considerar viable.

 

Obstáculo, dilema, disyuntivo, complejo

obstáculo.

(Del lat. obstaculum).

1.m. Impedimento, dificultad, inconveniente.

2. m. En algunos deportes, cada una de las dificultades que presenta una pista

dilema

(Del lat. dilemma, y este del gr. dilhmma, de diV, dos, y lhmma, premisa).

1.m. Argumento formado de dos proposiciones contrarias disyuntivamente, con tal artificio que, negada o concedida cualquiera de las dos, queda demostrado lo que se intenta probar.

2. m. Duda, disyuntiva.

disyuntivo, va.

(Del lat. disiunctivus).

1.adj. Que tiene la cualidad de desunir (separar).

2.f. Alternativa entre dos cosas, por una de las cuales hay que optar.

complejo, ja.

(Del lat. complexus, part. pas. de complecti, enlazar).

1.adj. Que se compone de elementos diversos.

2. adj . complicado (enmarañado, difícil).

3.m. Conjunto o unión de dos o más cosas.

Condúzcanos este inesperado y ajustado introito final a enfrentar el obstáculo que todos reconocen en estas causas, para así volver esta lectura a empezar.

Según la Real Academia, ésta sigue siendo la primera acepción de esta voz ECOSISTEMA: Comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente.

Pero estos aprecios no alcanzan para mirar los procesos en aguas someras, flujos ordinarios mínimos en sangrías mayores y salidas tributarias en planicies extremas. Es aquí donde encontramos el obstáculo termodinámico que pocos aprecian considerar, a pesar que resulta algo menos que inútil anclar el progreso en complejidad del conocimiento y la observación de nuestros problemas con el sencillo foco crítico de la Real Academia.

Termodinámica: Parte de la física en que se estudian las relaciones entre el calor y las restantes formas de energía. De aquí vayamos al glosario de la ley 11723

ECOSISTEMA: Sistema relativamente estable en el tiempo y termodinámicamente abierto en cuanto a la entrada y salida de sustancias y energía. Este sistema tiene una entrada (energía solar, elementos minerales de las rocas, atmósfera y aguas subterráneas) y una salida de energía y sustancias biogénicas hacia la atmósfera (calor, oxígeno, ácido carbónico y otros gases), la litósfera (compuesta por humos, minerales, rocas sedimentarias) y la hidrósfera (sustancias disueltas en las aguas superficiales, ríos y otros cuerpos de aguas, costas blandas y bordes lábiles como bordes de transferencia y esteros y bañados aledaños como baterías convectivas). La redonda es regalo de mi Musa Alflora.

Quien ha dejado asentado en el Glosario del Anexo I de la ley 11723 este avance de criterio de indudable mayor complejidad, nos ha hecho un regalo que nunca terminaremos de agradecer. Por cierto, antes debemos advertir su valor; ese que permitiría enfocar esos arts 2º, inc e y 6º de la ley Gral del ambiente y respetar el orden que es inviable, inútil, inconducente trastocar.

Las aguas de un río no pasan dos veces por el mismo lugar. En nuestros tributarios urbanos, sencillamente, nunca pasan ni una sola vez. Están MUERTOS. La salida a esta cruda situación se transita en fenomenología termodinámica.

Mirando por rituales procesales las aguas seguirán MUERTAS.

En algún momento, alguien cargará en conciencia estos obstáculos, dilemas, disyuntivas, complejidades ...y comenzará a reflexionar.

 

Fenomenología*termodinámica estuarial

Una definición en extremo simple apuntaría a un desarrollo notable; a un estado o proceso, primero advertido o sorprendido a través de los sentidos, antes que por vía de intuición o razonamiento.

Un siglo para aceptar complejidades que la 2ª ley pasó por alto y la fenomenología termodinámica a través de imágenes impactantes renovando miradas de sistemas naturales por completo interrelacionados, fuera capaz de reconocer estructuras de estabilidad mínima en la conservación de la energía, alcanzando comprensión de que sólo merced a complejidad escapaba del gasto que le acreditaban ponía en riesgo su delicada solar eternidad.

La segunda ley de la termodinámica insiste en que la entropía de un sistema cerrado debería maximizarse. Los sistemas vivos, sin embargo, son la antítesis de esta ley, exhibiendo maravillosos niveles de orden creados a partir de un “des-orden” o “difícil orden”, riquísimo en flujos e intercambios energéticos y materiales, cuya complejidad bien excede nuestros marcos conceptuales.

La fenomenología termodinámica acerca soportes deductivos, aún no modelizables, a partir del encuentro de dos o más “sistemas”; observando comportamientos que aparentan mantenerse a cierta distancia del equilibrio por causa de algún gradiente.

Reconoce sistemas organizados no vivos (como las células de convección, los tornados y los láseres) y sistemas vivos (de las células a los ecosistemas), que imagina dependientes de flujos de energía externa para mantener su organización y disipación de gradientes energéticos asociada a los procesos autoorganizativos; sin penetrar criterios, como la relación entre lo interno y externo que en la Naturaleza no se refieren como tales.

La disección entre materia y energía es nuestra. Natura no hace diferencias cuando se trata de fecundar la Vida. No quiero equivar y por eso apunto a Eddington, Ulanowicz y cientos de amigos de la segunda ley que insisten en señalar que esta organización se mantiene al precio de un incremento de la entropía del sistema «global» en el que está inmersa la estructura, reconociendo inmersión englobadora.

60 años atrás Eddington no dudaba en advertir que a aquellos que estuvieran en contra de la segunda ley les esperaba colapso en la más profunda humillación. Pues me parece tan torpe esta ley que hoy no dudaría un instante en olvidarme de ella. Ulanowicz, bastante más actualizado dice: "la cuestión de si los sistemas vivos aumentan o disminuyen el promedio de producción de entropía es un problema sin resolver y una pregunta altamente intrigante". Mejor si aclarara que: en la diferencia está el abismo que les espera.

El costo en conciencia del accidente de British Petroleum en el Golfo es menos que nada cuando cruzamos una simple comparación con la plataforma de conciencia derivada de la segunda ley, promoviendo, o al menos justificando toda clase de abusos en termodinámica industrial, vehicular y recursos herramentales, que hace un siglo, -a excepción hace 25 de unos pocos griegos-, no era de esperar alguien los viera. En lugar de mirar el velado milagro de las energías positivas siguen atrás de las negativas. Esa es la forma de salvar sus cajitas felices.

La palabra “disipar” responde al camino mecánico deductivo para transitar un tramo de tan rica interrelación. Células de convección, huracanes, reacciones químicas autocatalíticas y sistemas vivos son ejemplos de estructuras disipativas “lejos del equilibrio” que exhiben “comportamiento coherente”. Expresiones contrastadas y apareadas, clave para abrir mirada; no importa cuan dura sea para la lógica esta esperable jornada

La transición en un fluido calentado de la conducción a la convección, al igual que de la convección interna a la externa son llamativo ejemplo de la emergencia de una organización coherente en respuesta a una entrada de energía externa. ¿entrada, salida, mutua invitación? ¿Acaso hay en Natura alguna transferencia de calor “no coherente”? ¿No sería mejor hablar de más y menos compleja?

Ya hace un siglo fue entrevisto el gradiente de energía solar impulsando los procesos de sistemas vivos que crecen, adquieren complejidad y evolucionan. Nuestros conocimientos y herramientas siguen como pueden el camino

Sin embargo, resta en nosotros el mayor desafío por avanzar en integridad de comportamientos que nos haga sensibles para cultivar aquella primigenia concepción de la entropía que adelanta infinitos intercambios entre materia y energía merced al estímulo primero de la energía del Sol calentando a la Tierra fría en un menú enorme de transiciones.

Vuelvo a recordar la raíz indoeuropea *trep- volver, girar; en sánscrito, trápate cambiar de sitio; en griego entropia, cantidad que se mantiene constante en un cuerpo tras sus diferentes transformaciones, como expresión que apunta al movimiento perpetuo en brazos de Natura reinando por doquier e imposible desde modelo aislado considerar viable.

La fenomenología termodinámica que hoy no mira cajas cerradas adiabáticas, deduce que la única forma por el que un sistema vivo se mantiene vivo, es «extrayendo continuamente entropía negativa de su medio ambiente...”

La tendencia a enriquecer lo complejo, no importa lo duro que sea el camino, es recurso divino para promover riqueza y confianza en almas abiertas a más profunda sinceridad interior.

El flujo de energía debido a un gradiente es la condición suficiente para incrementar la complejidad. Ese gradiente es, entre otras cosas, determinante de capa límite térmica, expresando transferencia sedimentaria en la misma línea de materia y energía disociadas

En las planicies extremas no cabe mirar al gradiente, sino a la acumulación de energía en los meandros y costas blandas que le permitirán a los flujos cambiar del sistema de cómodas bajadas “laminares”, por las más complejas convecciones naturales internas positivas de trepadas “verticales”. El gradiente por cierto, decidirá el lugar del encuentro con la deriva litoral en las zonas de aguas someras pegadas a las caldas riberas. Lejos entonces están de entender estos encuentros las salidas tributarias a 90º.

 

El sistema complejo permite más altos grados de libertad responsable. Esto no es teleología, sino simple ley de la Vida que no necesita enunciación porque es demasiado sencilla, natural y fácil de entender; incluso y en especial,para los menos ”inteligentes”.

 

En los chocolates que saturan nuestras aguas someras ribereñas; allí donde se juega la suerte de salida de toda clase de tributarios naturales y urbanos; en la capa límite térmica e hidroquímica de naturaleza que cualquiera puede imaginar inimaginable; allí donde se juega la suerte de todo el ecosistema de la interfaz tributario-estuarial; allí donde ningún investigador de flujos jamás metió una cuchara; allí donde van a parar todas nuestras miserias; allí donde ya no se forman cordones litorales naturales sino las sedimentaciones más desordenadas y las derivas litorales ven aumentados 20 veces sus anchos normales; allí, a esa mezcla de suertes van a parar también los kilates de seguridades que ni siquiera aprecian identificar un recurso natural vital como la deriva litoral.

 

Ver una trama no es lo mismo que sorprenderse por la forma en que fue urdida. Esta es la diferencia que acerca la vivencia fenomenal.

Es natural que hace cien años fuera más sencillo ver un cordón litoral y relacionarlo con la ola oblicua que se paseaba en visibles vecindades. Los flujos convectivos naturales internos positivos, a pesar de extraordinarios aún no hemos logrado sacarlos del corset de su vulgar catalogación como “turbulentos”. Turbulentos y revueltos así han quedado nuestros sistemas tras quedar perplejos.

 

¡Equidad, equilibrio, orden! Terminologías sobre algo que apenas empezamos a reconocer en su extraordinaria complejidad. Sólo accedemos a füsis cuántica desde integridad. No hay desde el pensar especulativo acceso a la fecundidad que reúne materia y energía en un mismo bit. Por eso también le cabría a la termodinámica llamarse “fenomenología de las relaciones y los encuentros”; no de las caídas y los empujones.

 

Conclusiones

La deriva litoral es la suma de las advecciones mareales operadas sobre los angostos corredores ribereños de aguas caldas y someras de las salidas tributarias; que guardan memoria y de aquí su hipersincronicidad mareal. Cumple función de rescate de los tributarios que se le ofrecen en su camino, al tiempo de solicitar su ayuda; intercambiando y fecundando ambos, sus materias y energías, las 24 horas del día.

Esa memoria está fundada en la calidad de los llamados flujos convectivos naturales internos positivos; también llamados por los mecanicistas: “turbulentos verticales”.

Lo de internos viene a cuento de su conservación en el sistema de salida que se suele prolongar por decenas de kilómetros. Y lo de positivo, a cuento de esta perseverancia; que sólo acepta mudanza cuando es tentado por un corredor de flujos de similar temperatura y mayor inercia advectiva, que no es obligado marche en sentido encontrado. A esa mudanza la endilgan negativa, pues ese corredor a poco, merced a intercambios transversales y verticales va ocultando su identidad. Que no es pérdida, sino fecundidad.

Ya en el cuerpo receptor, en la márgen externa del estrecho corredor de caldos flujos de salida, la capa límite térmica que inevitablemente descubre sus contrastes con los flujos inmediatos, provoca la sedimentación de ese delicado borde cuspidado que llamamos cordón litoral; viniendo este en adición, a proteger la memoria y características de salida.

Encuentros en fenomenología termodinámica que a mi Querida Musa Alflora Montiel Vivero siempre agradeceré.

Francisco Javier de Amorrortu, Del Viso, 28/6/2010

 

Ley de valoración del territorio.

Respetos  a la relación agua-suelo, antes de fundar criterios de ordenamiento territorial y uso del suelo 

De velados enlaces y gradientes bio-sistémicos

Los antiguos límites. ¿Cómo abrir mirada a nuevas escalas? ¿Cómo asumir un futuro inevitable? Tensiones en núcleos urbanos sin franjas de reserva, ni de transición; no sólo periurbanas, sino también interiores, jugando roles mucho más complejos que aquellas simples últimas fronteras de planificación mercantilera basadas en la simple dicotomía rural-urbana.

Miradas a la recreación de infraestructura vital. El reclamo de la hidrología urbana en la planificación de la recuperación de los paleocauces urbanos, cabe como ejemplo.

Prospectivas alrededor del inevitable destino mediterráneo: a) mirando por desarrollos en marcos ecosistémicos; b) administrando cuidados de un área estuarial de aprox. 80 Km2 con menos de 0,80 m de profundidad promedio; c) proyectando más allá del canal Emilio Mitre con acreencias de rellenos sanitarios y refulados, nuevos territorios en un área marginal sustentable asistida en dispersión por poderosos corredores de flujo. Áreas nuevas portuarias y aeroportuarias y acceso balneario a aguas limpias.

 

¿Cómo comunicar estas áreas? ¿Dónde y cuándo proyectar estos sueños?

La extensa propuesta de este trabajo me obliga con extrema brevedad apenas a superar enunciados. Alcanzando opciones a mayores aprecios en vínculos intercalados para abrir horizontes y acercar estímulo a infinidad de tareas veladas, trabadas, graves.

Toda mi tarea fue construída desde estas realidades dífíciles de mostrar en un Congreso Internacional. Todo mi ánimo se nutrió de ellas. Y poniendo en ellas mi mirada, mi Musa comenzó a hablar. Son esas dos realidades: mi Musa y esas ruinas naturales a las que tengo que agradecer y por las que me muevo a trabajar. El origen de la obra de arte siempre está apoyado en estas dos realidades; que lo más discreto que puedo hacer por ellas es expresar con brevedad, dejando la puerta abierta a quien la quiera transitar.

Las herramientas descubiertas en el trabajo anterior aquí ayudarán a descubrir, en cada uno, con qué sinceridad e interés personal aprecian mirar y tal vez, algún día, actuar. En los breves minutos de una rápida lectura nada cambiará, salvo el decorado. Sea entonces esa brevedad una forma de discretar; que en cuanto abran mirada a los hipertextos apuntados, ya no habrá forma de ocultar. FJA

 

Observando las dificultades que carga el plan de saneamiento MR aprecio diferenciar: a) la cuestión cultural relacionada con los vertidos y b1) la natural relacionada con la dinámica del cuerpo receptor tributario y b2) la dinámica del cuerpo receptor estuarial ribereño que se hace cargo del anterior. Ambos trascurren en aguas someras y en planicies extremas. En estas condiciones sólo fluyen aquellos cursos tributarios que hayan conservado sus costas blandas y meandros, recursos tan ordinarios como irremplazables para alimentar los procesos convectivos naturales internos positivos, únicos responsables de la dinámica de estos cuerpos de aguas; que a su salida aprovechan el soporte de los flujos de la deriva litoral, para sumarse a ella; al tiempo que extienden su entropía. Provechos compartidos que apuntan a detalles que nunca han sido señalados a pesar de su importancia irremplazable fundante de radical efectividad.

Primera observación entonces: en planicies extremas la dinámica tributaria sólo se asiste en condiciones normales, merced a flujos convectivos naturales internos positivos, cuyas energías se enriquecen en los meandros, en las aguas someras y en las costas “blandas”. La mecánica de fluidos ha soslayado siempre estas precisiones pues, ni sus laboratorios tienen aptitud para su modelización, ni las deducciones que asisten fenomenología termodinámica resultan por el momento modelizables.

Segunda observación: los flujos convectivos naturales internos positivos de la deriva litoral y su hipersincronicidad mareal son fundamentales en la concreción de las salidas tributarias, al brindar a sus aguas el gradiente térmico apropiado para capturar su atención y determinar las 24 horas del día su asistencia y también su advección.

Tercera observación: la mayor temperatura de las caldas aguas tributarias retroalimenta la entropía de la deriva litoral, que debe recuperar gradiente para sostener advección.

Cuarta observación: la carga sedimentaria transportada por las caldas aguas tributarias descarga sobre la margen externa en virtud de la capa límite térmica que encuentra en la interfaz de salida hacia el NO, dando como resultado la formación del cordón litoral de borde cuspidado que durante siglos los “mecanicistas” atribuyeron a la ola oblicua.

Quinta observación: la salud de la deriva litoral depende de la delicadeza de respetos a los perfiles naturales ribereños; tanto de borde, como de perfiles sumergidos.

Sexta observación: este es el motivo por el que hablamos de presión de bordes urbanos en el ecosistema; que incluyen costas duras en galas de arquitectura, muelles portuarios y de pescadores y canales que la atraviesan sin consideraciones a su gestión. 

Séptima observación: ninguna atención se presta a las salidas de vertederos urbanos: ni de respeto a la dirección de salida para facilitar su acople a la deriva litoral, ni a la necesidad de mirar los problemas de capa límite hidroquímica; y térmica toda vez que las aguas provengan de conductos subterráneos y asi evitar frenos y sedimentación.

Octava observación: esta falta de cosmovisión ecosistémica en la interfaz tributaria y estuarial ribereña, es universal. Por ello cabe aclarar, que el meollo de los problemas en los ecosistemas estuariales y salidas tributarias en planicies extremas bajo presión que acusa nuestra ciudad en materia de aguas tributarias y estuariales, es eminentemente científico; tocando una enorme cantidad de problemas muy sensibles al propio núcleo concepcional tradicional de la ciencia.

La necesidad de separar, de escindir, la necesidad de excitantes cajitas felices para modelar, consubstanciales a la misma recordada esencia presente en la voz "ciencia"; consubstancial a las separaciones de cuerpo y alma; consubstancial al antropocentrismo, de certeza fácilmente transmisible, de marcos concepcionales estructurales -incluyendo la segunda ley-, justificando industrias y toda clase de rápidas movilizadoras herramientas y así dando soporte al presente, que se complica cuando intentamos alcanzar una simple y más directa percepción de Natura; o füsis, como flujo y encuentro de materia y energía; y cómo esperamos o imaginamos expresar nuestra relación en ellos.

La evaluación de la palabra ecosistema, al igual que la de ecología, me acercan apropiadas dudas de lo que actualmente estamos en condiciones de expresar con estas palabras; mirando cómo intentan cruzar la Vida a través de abismos abiertos por etos, ciencia tradicional, lógica sometida y herramientas experienciales- Estos son los hechos que aquí aprecio contrastar