Index . a nutrir paisaje protegido mirando por:

Cap I

Ecología de ecosistemas e hidrología urbana . 20 preguntas

confesiones . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 .

Dinámica horizontal en humedales: esteros, bañados, meandros, cordones litorales . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 .

Cap II

Patrimonios en ámbitos rurales, confesiones .

17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 38 . 39 .

El paisaje construído en Al Maitén . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 .

Cap III

Paisajes culturales . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 .

Cap IV

El timón 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 .

Cap V

Leyes particulares . introito . 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 .

Cap VI

Paisajes interiores

Inmanencias . 1 . 2 . . La viga de cruce . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Joaquín Lera . . jubileo . . creación . . intangibles . . Carlos Lohlé . . Guillermo Roux . . César Pelli .

La viga de cruce

de la pluma de Estela Livingston

Francisco Javier de Amore Hortu, 2000

.

Breves correlatos

Aunque corriéramos mil velos

aun así, el abismo dase a amenazar

a quienes no están llamados

por él a transitar.

 

Por ello, ésto no busca

conformar conocimiento

sino, acto de piedad incierto,

para ayudar en discreción y soledad.

 

Melaza para los demás;

que aquí tal vez pudieran discernir

en aquello de: bienaventurados

los pobres de espíritu.

 

Ricos en oculta savia y raíces;

a ellos busca sensible de cohabitar.

 

Aquel aserto de Einstein expresando: "si está escrito, a qué leerlo siquiera una sola vez", pudiera servir para proteger y estimular hospedajes de múltiples vivencias. Guiando y alimentando destinos. Luciendo ocultas para nunca equiparar a lo obvio. Mostrándose en existencia a prisa como simples compartibles humanas experiencias.

Así también Rilke nos señala: "las cosas no son tan comprensibles ni tan formulables como se nos quiere hacer creer casi siempre; la mayor parte de los acontecimientos son indecibles; se desarrollan en un ámbito donde nunca ha penetrado palabra alguna".

"Hay momentos en que algo nuevo se introduce en nosotros, algo desconocido. Nuestros sentidos enmudecen con tímido encogimiento, todo en nosotros se retrae; nace un silencio, y lo nuevo, lo que nadie conoce, se yergue en el centro y calla. ( ¡¡¡E-Go!!! )

Yo creo que casi todas nuestras tristezas son momentos de tensión que nosotros percibimos como parálisis, porque ya no sentimos la vida de nuestros sentidos alienados. Porque estamos solos con el extraño que se nos ha introducido en la sangre. Y no experimentamos qué ha sido"

"Hemos cambiado como cambia una casa en la que ha entrado un huésped. No podemos decir quién ha llegado; tal vez no lo sepamos nunca, pero muchos indicios hablan del futuro que acaba de entrar para transformarse en nosotros, mucho antes de que acontezca y se manifieste"

"Sólo porque muchos no absorbieron el destino ni lo transformaron en sangre propia mientras vivía en ellos, no lo reconocieron cuando surgió de ellos; les era tan extraño que, en su alocado espanto, consideraron que había tenido que llegarles justo entonces, pues juraban y perjuraban que nunca habían encontrado antes algo similar en sí mismos".

"Aquel que, sin preparación ni tránsito, fuera trasladado de su habitación a lo más alto de una montaña, sentiría algo semejante: una inseguridad sin par, un sentirse a merced de lo innombrable casi lo aniquilarían"

"Pero es importante que vivamos también ésto. Todo, incluso lo inaudito, ha de ser posible. Ser valientes ante lo más extraño, maravilloso e inexplicable que nos pueda acontecer. Que los seres humanos sean cobardes en este sentido, causa un daño infinito a la vida; las experiencias que llamamos "apariciones", todo el llamado "mundo de los espíritus", la muerte, todas estas cosas tan emparentadas con nosotros, hasta tal punto han sido expulsadas de la vida por un rechazo realizado día a día, que los sentidos con los que podríamos percibirlas, se han atrofiado. El miedo ante lo inexplicable no sólo ha empobrecido el ser del individuo, sino que también las relaciones de persona a persona se han mutilado por su causa".

"Es mucho más humana la inseguridad llena de peligros de aquel preso en el cuento de Poe, que le empuja a explorar las formas de su terrorífica celda y a no sentirse extraño ante el indecible terror de su estancia.

Si tenemos abismos, estos abismos nos pertenecen; si hay peligros, debemos intentar amarlos. Lo que parece extraño se nos transformará en algo infinitamente fiel y digno de toda confianza. Quizás todo lo horrible, en el fondo sea sólo una forma de desamparo que solicita nuestra ayuda."

"De la misma forma nos hemos engañado durante largo tiempo sobre el movimiento del sol..."

Si aun en ésto tan visible nos hemos equivocado, imaginemos cuánto pudiera un día descubrírsenos del “sol” que ilumina nuestro interior. Y por la soledad con que lo vivimos, con tanta afectación de nuestra exterioridad, tantas veces tememos hospedar.

Füsis kruptestai filei "las fuentes de la vida aman encriptarse" una vez más repito ésto que hace 2600 años decía el profundo efesio. Y lo que puja, lo que florece en estas fuentes de la Vida, o Naturaleza como traducen a esta füsis, teniendo particular piedad al ocultarse, revélase sólo en los tránsitos propios de una locura, en su logos abismal, a cada uno en particular; en tramas de máxima tensión y en el momento oportuno.

Estos tránsitos no los prepara el Hombre, sino el Huésped, que según Jung hará de Hospedero.

De ese Hombre que sólo como niño podrá renacer. En tanto que sólo por éxtasis en gr. logoi, en candelas de locura, se guía y se recrea.

Así lo entrañable, en presente de tal forma insospechada asistido, descubre, consuela y redobla la más perdida identidad.

 

Después de tomar palabra con tanto vértigo y vehemencia, me caben renovados deseos de escuchar a Hillman.

En el último de sus capítulos dice así:

Hasta ahora hemos estado generalmente examinando las nociones del alma con independencia de sus contextos dentro del campo de los arquetipos. Aun si ésto facilita clarificación conceptual, puede resultar en distorsión fenomenológica, debido a que los arquetipos están inextricablemente mutuamente involucrados "en un estado de contaminación de la más completa y mutua interpenetración e interfusión".¡Pobre intelecto!

"El intelecto discriminador intenta naturalmente establecer singularidad de sentido, y así pierde el punto esencial. Lo que nosotros por sobre todo podemos establecer como lo más consistente, es su múltiple significación con su naturaleza; su casi ilimitada riqueza referencial, lo que hace imposible una formulación unilateral" (CW 9, i, 80).

El campo arquetípico presenta un cuadro policéntrico, teatro de poderes personificados, siempre implicándose unos a otros. La perspectiva que grabaría limpiamente sus líneas distintivas, refleja la conciencia monoteísta de las aproximaciones científicas y filosóficas. La perspectiva que hablaría de ellas ambiguamente y en imágenes, refleja la conciencia del alma politeísta o hermética, propia de las aproximaciones sicológicas

En esta segunda posición, cada arquetipo siempre implica a otro; niño-madre, madre-héroe, héroe-padre, padre-hijo, hijo-anciano sabio, anciano sabio-hija y así en más, sin importar dónde comenzamos, ni cómo procedemos.

Así el alma puede tener toda clase de nombres y valencias, e imágenes dependientes del tandem en que ella esté instalada, y sentirnos capaces de comprehender su esencia, sólo en contradistinción a algo más.

Esta contradistinción ha sido identificada con contrasexualidad. Pero también hemos reportado sobre el alma en tandems con ego, sombra, persona y mismidad.

Sin embargo, de todos los tandems y parejas, es con el "ánimo" en especial, que esta noción hace par.

Jung llama a este par: "el syzygy" (CW 9, ii, 20ff). Y dice: "Nadie, por lo tanto, que no conozca... la significación del motivo del syzygy, puede difícilmente proclamar decir algo acerca del concepto de alma" (CW 9, i, 115).

"Fenomenalmente, no puede el alma aparecer jamás sola sin el ánimo" (CW 9, i, 134). ...haciendo de este ensayo sobre el alma, un esse in anima y un ejercicio del ánimo. Porque si el alma ha sido el tema de la investigación, el ánimo ha sido el investigador.

O a la inversa: si el ánimo ha sido el plan del logos y la actividad de hacer que las palabras sirvan a la discriminación crítica, el alma ha sido quien ha puesto plumas a estas palabras, guiándolas con sus fantasías.

"De estos hechos podemos razonablemente concluir, que la imaginación humana está ligada a este syzygy motivador, y así fue el hombre largamente compelido a proyectarse una y otra vez, en todo tiempo y en todo lugar" (CW 9, i, 120).

Adicionalmente Hillman señala: anima-animus, alma-ánimo, tiene dos significados: a) un syzygy del alma y el ánimo como relación intrapersonal dentro de cualquier hombre o mujer. Esto último ha sido menospreciado, cerrados como hemos estado en la definición contrasexual de alma y ánimo; pero los arquetipos no pueden ser confinados a un género humano.

Más adelante continúa: cuando sentimos haber alcanzado a vislumbrar el alma en imagen, modo o proyección, la pregunta que sigue inmediata es: "¿dónde está el ánimo?".

Es en la percepción del ego mismo que han sido posibles las observaciones señaladas en primer término (por ej: vemos al uno a través del otro). Así, la observación es también proyección; parte del sistema del alma y del ánimo de mutua fantasía, que el ego no alcanza a reconocer.

Luego, haciendo referencia a un diccionario latino, relaciona las cualidades de ánimo, en latín: actividades y funciones de la conciencia, atención, intelecto, mente, voluntad, coraje, arrogancia y orgullo; aquellas que hasta nuestros días se atribuyen a ego en diferentes términos

Sin duda parece que mucho de lo que hemos estado llamando ego, pertenece al ánimo, mitad de ese syzygy.

Esto nos conducirá en otra oportunidad a examinar la noción de ego y a una comparación entre él y el ánimo. Sospecho que en la cultura occidental, el arquetipo detrás de ego como ha sido ejemplarizado en la psicología del yo, se revelaría en sí mismo como el ánimo, pues de hecho, el ego, es una idea del ánimo.

Un ánimo que pierde su conexión con el alma; que se posiciona él mismo como independiente del syzygy, es ego.

Ego puede ser heroico en contenidos, pero como función psíquica deriva del ánimo, promoviendo proyecciones particulares del alma.

Como función del syzygy, ego no puede tener válida identidad de sí. Si esta conjetura fuera establecida, entonces podríamos reordenar mucho de nuestro mobiliario psíquico.

Podríamos estructurar la psiquis sin ego, dejando caer este concepto y experimentando en su lugar a constelaciones imaginarias jugando a través de variados pares mitológicos.

 

Concluyendo: la conciencia de ego referiría a lo que Jung llama "monoteísmo de conciencia" (CW 13, 51), el aislado punto de vista del "Yo" individual. donde "el otro" está ausente en su visión, deviniendo en literalismo. Así la conciencia de ego, es inconciente, de actualidad psíquica.

Actualidad psíquica donde "las dos figuras están siempre tentando al ego para que se identifique con ellas"(CW 16, 469). La identificación de la personalidad conciente de ego con uno de ellos, es al parecer, el rol arquetípico que el ego está ligado a jugar, ya que "ni el alma ni el ánimo pueden ser constelados sin la intervención de la personalidad conciente". Ésta, de hecho es promoción del alma o del ánimo, la otra mitad.

Ésto es lo más difícil de reconocer, y allí, en la conciente personalidad del ego, localiza Jung nuestra mácula ("spot") más oscura. El sol, la imagen alquímica de la personalidad conciente de ego, es en sí misma "cuerpo oscuro"; "ausencia de luz y negrura relativamente constante del inconciente mismo"; "en la originaria fuente de su luz, hay negrura suficiente para cualquier cantidad de proyecciones" (CW 14, 129).

Al que dianoia alguna penetrará. Cuerpo oscuro de E-Go, que sólo el espíritu en candelas de locura podrá desde el alma amenazar. Amenazando nuestro gr. "nous", por nuestra raíz en él.

Sol de soledad que facilita contener, tanto el dolor como nuestra raíz en E-Go.

La personalidad conciente es relativamente constante. A veces sujeta a emergencias de proyecciones intrapsíquicas.

Todas ellas dependientes de los movimientos de los espíritus en el alma.

Independientes por completo de E-Go.

Sin embargo, su misma constancia las hace adicionalmente opacas, impidiéndonos ver a través de ellas.

Constancia y opacidad propias de E-Go.

Aclaro que E-Go nunca pone nombre a sus actitudes; ni aun a sí mismo. Yo, es el nombre que el espíritu intenta poner a E-Go, para acercarle "spot" de oportuna y defensiva facilidad peyorativa.

Es en esa pequeña mácula ("spot") opaca, donde deberemos preguntar por el más propio inconciente.

También aclaro, que la palabra "spot", como sustantivo, tiene por sinónimo a la voz estigma; y de su función verbal descienden no pocas connotaciones peyorativas, en ella y en los sinónimos stain, speck y taint que la asisten e identifican. Vale por ello resaltarla, tanto como Hillman resalta su localización. Allí está el primer problema, pues no es en la personalidad conciente, donde tiene su morada E-Go.

Lo personal de este conciente viene de lo más luminoso del espíritu en el alma. Mientras que la percepción de E-Go más profundo, sin "spot" alguno, viene de un "nous", antes que de conciencia alguna. De la personalidad conciente deviene dianoia.

"Nous" que asiste la caricia del espíritu en el alma, como gr. noumenon.

Así manifiesta en extremo, el espíritu en el alma a E-Go su armonía.

La materia prima verdadera es ego.

E-Go, que disponiendo para los espíritus hospedaje en cuerpo y alma, sólo será savia, amor propio y raíz.

Finaliza Hillman estas consideraciones con una puntual y final referencia al alma y al espíritu:

Debido al syzygy del alma y el ánimo, la psicología no puede omitir al espíritu de sus cosmovisiones

El syzygy nos dice que allí donde el alma va, allí va el espíritu también.

Su syzygy ilumina la imaginación con intelecto y refresca al intelecto con fantasía. Las ideas devienen experiencias sicológicas y éstas a su vez, ideas sicológicas.

Tarea que apunta a sostener la distinción de espíritu y alma (así lo demanda el espíritu);

(con toda la descarga de celos que del espíritu haga falta).

y sostenerse unidos (así es la demanda del alma).

(con todo el sacrificio que de E-Go, sostén del alma, en amores haga falta).

Con estos paréntesis rescato mi propio parentesco, que más allá de pequeñas o grandes diferencias, sin este pormenorizado y rico trabajo de Hillman no tendría correlato mínimo, siquiera para poder empezar.

Es mucho más fácil comenzar aun desestructurado a relatar, teniendo enfrente un trabajo bien estructurado, que intentar hacerlo en temas tan oscuros, sin alguien que reconociendo esta oscuridad, haya trabajado como Jung y Hillman tan bien en ello.

Por tanto en este obligado agradecimiento va también mi necesidad de referirlos como lo he hecho, que de ninguna forma intenta plagiarlos; sino facilitar si fuera posible, la atención de mis diferencias con sus más propias observaciones.

Y así dar "doble reconocimiento a ellos". Que sin haber transitado vivencialmente por estos abismos,y mucho menos morado en ellos, han puesto máxima atención en sus observaciones, con celo incalculable, durante décadas.

Sólo este celo y la relativa discreción con que estos discernimientos afloran, hacen posible poco a poco digerirlos en nuestra cosmovisión, sin pérdida de contención en sus tejidos. Por el contrario, tan referidos a los meollos de nuestra identidad, que por fin deja sus tejidos mucho más sensibles y enriquecidos.

¿Con qué discreción abismadora sería necesario "relatar" empeirías psíquicas y empeirías fenoménicas; ésto es, vivencias transportadoras, que desde el alma sobre el capullo de E-Go rondan para su atención. Tan íntimas, que jamás podrían ser consideradas como experiencias a los oídos que llegan, sin afectar su cosmovisión; por tanto, bloqueando sin más su recepción.

Si estos relatos fueran en azar reiterados, oportunos y precisados de manera coherente con muestras de carácter y sostén, tal vez pudieran con lentitud ser absorbidos por una fenomenología crítica, que tras larga observación pudiera incorporarlos al erario de sus discernimientos.

Nunca los temas del alma, del espíritu, de E-Go y sus infinitos correlatos, fueron ignorados; pero sí reconocidos en ámbitos muy particulares, luciendo oscuros aun en emoción.

Que ese ocultamiento intenten los jungianos develar a partir de un syzygy, da nota de la tremenda sinceridad interior y el tremendo Sol constitutivo de estas vivencias, necesario para discernir y algún día lejano relatar de ellas.

La piedra de toque en el alma es sin duda ese arquetipo, que no sólo enloquece, sino también seduce, obliga, conduce, separa, trasciende, muda, desestructura, empequeñece, resucita, lava, transforma, desciende, traspasa, encarna, cohabita, anima, compadece. Y llegada la hora de entregar al vientre del Padre, suaviza su presencia y permanece.

Procesos de dinámica anterior al syzigy; no sólo oculta; también incomparable. Que jamás podrían ni habrían de ser hospedados a partir de relato alguno. Por tanto, cualquier relato será tildado en el mejor de los casos, de discursivo, lectivo o literalizador.

En tanto que la patencia concreta de sostenido y animoso trabajo corporal, puede dar al portador poético sostén. Que siempre será el mejor portal para la vida y sus correlatos.

Aceptando que en estas situaciones pudiera ya estimarse, que E-Go no fuera una simple idea del ánimo. Mucho menos un desconocimiento de las relaciones anima-animus. O un "un inconciente de actividad psíquica".

Que uno de los espíritus en el alma quiera mostrarse presumiendo de manifestarse de alguna forma más allá del syzygy; independizado del ánimo que intenta sostener otro espíritu en el alma, no ha de sorprender. Por mucho tiempo ésto no fue así en mí.

Durante los primeros años que siguieron al Alba, no hubo tal syzygy.

Años del ánimo para callar, trabajar y confiando apacentar.

Siguieron largos años para sincerarse interiormente; aun en voz alta.

O más aun, para dejar sentado en alguna forma de relato muy íntimo, dificultades entre callado E-Go y los espíritus en el alma. Sabiendo de antemano, que ya su silencio estaría siendo descalificado por "monoteísmo de ego".

Las luchas en el alma pueden sostenerse indefinidas, en tanto las demandas del espíritu no estén asistidas con la gracia y "coherencia" necesarias para que E-Go en el alma las hospede sin dispatías.

Las propias dificultades del espíritu, o los espíritus en cuestión, son las que alimentan las determinaciones de E-Go siempre llamadas a permanecer.

Me viene a la memoria aquella imagen de las dos mujeres disputándose la criatura frente a Salomón. De una, aun ocultándose, su amor era permanente.

Ni E-Go y mucho menos el Hombre, pueden decidir quien permanece y quien parte. El ingreso y la partida de los espíritus en el alma frente a dispatías o antipatías profundas, es decisión de cada uno de ellos.

El syzygy en estas dispatías suele ser tan distorsivo, que siento necesidad de llamarlas por su más propio nombre; tanto más, cuanto más fuertemente lo hubiera vivenciado.

Así repito, con todo el respeto que las tareas de Jung y sus discípulos me merecen, siento que el alma pertenece a E-Go, y se ofrece a los espíritus para animación, alimentación y participación en generación de vida.

De aquí, estas dobles y opuestas relaciones del "ánimo" por demandar y del cimiento del "alma" por permanecer.

La multiplicidad de solicitudes cruzadas y en celada permanente que se pueden suscitar cuando el alma hospeda de alguna forma a dos espíritus, es tan increíble, que no debería discernir siquiera en interpersonal o intrapersonal por separado; pues una tiene obligados aunque ocultos fuertes correlatos en la otra. La afectación a E-Go es inmediata; pero no absoluta.

Las dispatías mantenidas en el límite de la antipatía y la desgracia, que un mismo espíritu marital puede sostener más allá de la separación, durante el tiempo que se le ocurra, no necesitarían ser hoy discernidas. Salvo, para dar pruebas vivenciales de los extremos increíbles que pueden sostener estas vivencias.

Y de ellas, de su larguísimo sostenimiento, desarrollar discernimientos, que por lo reiterados y perdurables, hablen con la mayor honestidad relativa y la mayor perseverancia, de estas cualidades de E-Go para permanecer y sostener.

Ese soporte del alma, tan firme como trabado, al que el espíritu persigue con mil humores y correspondientes ánimos, no podría jamás ser un arquetipo, sino estuviera reflejando también, algo de la materia prima de E-Go.

 

Haber definido al arquetipo como inextricablemente involucrado "en un estado de contaminación de la más completa y mutua interpenetración e interfusión", sólo ha señalado el lugar donde se va a definir esta cuestión hoy y por un largo tiempo.

Territorios del alma donde se alojan "monstruos", o "ángeles"; sincerarse e identificarse ellos; y hospedarlos con simpatía E-Go.

Descubriendo en cada oportunidad que sobrevenga una demanda poco convincente, cuáles fueran sus más propios ejemplos; identificándolos nosotros en "sus más propias" y cercanas relaciones familiares.

Su localización clarifica la relación.

Todo espíritu tiene localización propia. Y frente a la distorsión fenomenológica que se pueden atribuir a estas localizaciones e identificaciones, una vez selladas en mis vivencias, no caben impedimentos a mi elección.

Arquetipos, que apuntan a absolutos; sin otro fin que corregirnos merced a mayores alteridades.

Absolutos que mucho resignan cuando dan a identificar sus fuentes, facilitando anteponer ejemplos de sus más propias descendencias familiares.

Y así moderar y encuadrar a este arquetipo, en términos personales y en su más absoluta relatividad.

Sin duda, los problemas del alma pueden no tener fin. Pero un arquetipo al irrumpir tiene un fin. Y cualquier desmesura correctiva puede caber mientras no descubra su rostro; que luego con largueza relativizará.

Hospedar este arquetipo, fue don de elevación de ese espíritu llamando a sacrificio. Bloqueando al Yo, que luego de despersonalizado y niño, muchos años después, habría de hospedar en su vientre la más honda presencia y raíz de su propio E-Go. Algunos han creído ver en ésto un juego, que luego un homo ludens oportuno exhibe.

Pero quien hospeda a espíritu en su alma, y luego a amor propio de E-Go en vientre, no advierte ya la necesidad de descubrirlo "en estado de contaminación de la más completa mutua interpenetración e interfusión".

La primera salida a esta dificultad empieza, repito, cuando se regala del espíritu su identificación, y así su relativización casi absoluta.

Recordemos de Alexaindre aquel:

"amanecisteis cada mañana, porque cada mañana la túnica casi húmeda se desgarraba virginalmente para amaros".

Pero volvamos al "sacrificio". Éste apunta a E-Go; su materia prima.

Y por tanto merece este E-Go, (en nada anglosajón), tantas consideraciones como las que recibe el que ventila, enciende o anima al Hombre.

En estas consideraciones se comienza a percibir el sentido que tiene defender al alma como localización.

No como arquetipo.

Pues el arquetipo que irrumpe absoluto, muda a relativo personalísimo del espíritu en el alma.

La localización permanece. Y descubre distintas pertenencias: tanto a espíritus que soplan, como en un sentido definitivo, a E-Go receptor.

Los temas que califican al dolor reclaman que el dolor sea permanente; relacionados con su permanencia, califican en definitiva al sacrificio.

Esos méritos que destaca el sacrificio merecen un lugar. Y ese lugar es con trabajo poético desde el alma asistido, para que el sacrificio no quede sólo contenido en los ámbitos de E-Go, donde podría permanecer por siglos ignorado.

Obra y difícil gracia de los propios espíritus que condujeron un día al hijito del Alba a crecer en E-Go .

No es el alma el lugar donde más duele este sacrificio, sino donde más ruido hace el espíritu; provocando desde su esfera este sacrificio.

El encuentro de tandems de espíritus, que tantas veces terminan siendo lo más opuesto, es "EN" el alma.

El alma es el cockpit, el reñidero.

Y donde por cierto campea el espíritu, o los espíritus. No E-Go.

E-Go les regala allí en el alma alojamiento; y allí el espíritu, o los espíritus, ventilan sus demandas. Y si E-Go no le escucha como el espíritu quiere, pues entonces le traslada el alma a su propio cuerpo, y allí sigue la discusión.

Y si no le basta a E-Go con todos estos poderes que el espíritu despliega a los pesares de E-Go, pues entonces le rompe a E-Go su capullo. Escapando su luz enceguecedora, nace Locura.

Como se advirtió a Moisés en su monte

La única forma de resolver estos problemas, sería tal vez, aunque imposible, olvidándose de todo lo creado en sociedad con el espíritu. O quedar en una sociedad con él, que siempre demandará más y más sacrificios. Pues ni el espíritu con facilidad, ni E-Go a pesar de todas las dificultades, aceptan olvidar nada de aquello en lo que ambos en unión comulgaron.

Y ésto nada tiene que ver con arquetipo alguno, otro que no esté cargado de la más concreta identidad marital.

Si no hubiera dones de vida en medio de estas luchas, jamás nos enteraríamos de alma ni de espíritu alguno.

El espíritu exige comportamientos, que E-Go no ve reflejados en la más propia descendencia familiar de ese espíritu marital.

Y por este motivo no está dispuesto a seguirlo adonde éste disponga.

Pues la falta de estos ejemplos es de calificada incoherencia para pretender una vez identificada la fuente, ser considerada "arquetipo" sin más.

Repetimos: también estos arquetipos descienden un día de sus absolutos.

En esta suerte, el espíritu puede probar que tiene "poder". Pero de ninguna forma alcanzar en luchas más allá de descalabros, a mostrarse como amor.

Sólo "poder" que siempre repulsamos.

Esta patencia radical del espíritu haciéndose presente como "poder", conforma la localización más palpable, que origina primero amenazas y luego contenidos que buscan al menos por un tiempo mostrar "muerte".

Eros o Tánatos nos dice Psijé. Tratando de impedir que E-Go profundo asuma el sacrificio.

El "sacrificio" que pertenece a estos tiempos no es muerte. Por el contrario, es capital de gracias; "don de vida". Sacrificio que es "dulce oficio": éste que va de la mano del Hombre niño.

El carácter de permanencia que tienen todos los sacrificios está cimentado en la materia prima de E-Go, que le viene de lo más hondo de su identidad.

Pero forjada también con las gracias y des-gracias que le deparó el espíritu; aquel que condujo tras desestructuración y muerte, a gracia de resurrección.

Si el espíritu sigue al alma, es porque el alma es hospedaje, que todo E-Go pone y dis-pone para ser alimentado en el amor y en el odio.

Allí se aloja y aferra.

Pulmón por donde soplan estos espíritus sus ánimos, amores y furias.

Así como el syzygy es motor para los discernimientos fenomenológicos críticos, el sacrificio vivencial en los tejidos parentales, maritales y filiales alcanza sostén ejemplar a mayor esperanza.

Por cierto que los espíritus se presentan al alma maquillados como mujer que seduce a hombre. De aquí colegimos: "la mujer elije al hombre para que el hombre la elija".

Pero cuando la mujer pierde el ánimo para seguir amando, ya tiene un espíritu que se lo hace saber al mar-ido.

En términos que por algún misterio ni la fenomenología crítica pareciera en sus agudas miradas dispuesta sus pasos a seguir. Aquí cabe aquello de: "ama y haz lo que quieras"; al igual que: "no me ames y haré contigo lo que jamás podrías imaginar".

Los niveles de posesión que implican al amor no son descriptibles, pues helarían la sangre del más apasionado.

Y esto no es sentimentalismo. Sino el abc de la vida.

La palabra gr. Bios tiene en esencia dos raíces: la que refiere del ser (os, on) y la que refiere del dos (bi).

Los chinos para ser más explícitos tienen un ideograma, que señala la generación de la vida a partir de "dos abismos encimados"; y atravesados por el eje vertical, simbolizador de todo lo que se eleva con esfuerzos (el lat. “sistere”).

La necesidad de hablar de alma, espíritu, E-Go, arquetipos, fenómeno, logos, locura, psiquis, conciencia, y no referirlo una vez y siempre que lo intuyamos, al problema del amor parental, marital y familiar, termina siendo vocación para dar vueltas alrededor de un parecer o una verdad preciosa, perfecta, justa y demás, buscando de instaurarse camino de lejano arquetipo.

Los problemas del amor humano y ancestral, no sólo superan con creces los marcos donde podemos descubrir estas preciosuras, sino que sólo allí se dan desde que el mundo es mundo, los más extensos e intensos problemas de contaminación y mutua interpenetración e interfusión, que tanto parecen calificar los comportamientos del arquetipo, cuando algo en el alma y en el corazón del Hombre estallan.

La partenogénesis no sólo es mítica; antes por vivencial, es mística. Los fenómenos más fenomenales brotan sin excepción, del bi-on; del bios.

Querer analizar los fenómenos del syzygy desde la presumible conciencia, que permite a una crítica fenomenológica sostener mínima armonía, nunca podrá presumir de sentir, ni el sacrificio, ni el dolor, ni la permanencia, ni la locura, ni la introyección, ni la patencia de todas estas interfusiones.

Una fenomenología empírica con un más alto soporte vivencial, tal vez podrá un día ser auscultada por una crítica fenomenológica, cuando logre intuir cómo descubrirla con coherencia suficiente y así abrir cosmovisión.

Pero sin patencia primera, siento que es inútil intentar arribar con forzado imaginario y pensar, desde la segunda.

Sin la patencia radical de la localización del dolor en toda su gama, es imposible arribar a vivenciar en vida, el morir.

Y qué muertes se juegan en estas vidas; y por qué la lucha no tiene fin, a menos que E-Go deje algo por sí morir en el camino.

El que hace par al syzygy de la Vida, pasa por ser Muerte. En este par, al sacrificio más espontáneo se le descubre el rostro de ambas.

Pero no es el miedo, ni la razón, ni el coraje, lo que le impide a E-Go relevarse de sus sacrificios sin sentir y considerar antes, quiénes están adelante y atrás de él en su mochila.

E-Go es el nada brillante. En su cueva, en su capullo, ni luz, ni viento; siempre pospuesto en lo que hace a su exterioridad. Exterioridad de E-Go siempre fruto de la bondad o estupidez de ánimo con que los espíritus alojados en el alma, quieran hacerlo aparecer.

Pero estimar que las luces de E-Go fueran éstas, y no aquellas extraordinariamente ocultas en su cuerpo oscuro y reservadas para el amor, es tener bien pobres luces fenoménicas.

Fruto de no haber vivido contemporáneo y con mayúsculas, este sacrificio, nacido en el hogar y ahora bajo el Sol.

Si E-Go pudiera un día en el límite de su desconsuelo expresar su dolor, el espíritu tendría que ponerse a llorar en él, como de hecho lo ha hecho tantas veces, conformando "Diluvio personal".

Los espíritus tienen su propio capital de gracias, que les viene de su propia pasada existencia.

De aquí sacan gracias para este tejido destinal que cada uno alienta, y en donde intenta ser el único en tejer.

Y es en tironeos donde cada día más evidencia su incapacidad de amar en aquellos términos que cualquier ser humano excusaría en transada "alteridad" (ver raíces Al-).

El precio de la alteridad es aquel, que ignorando lo que muere, cualquiera pagaría.

Los espíritus, aferrados al alma, prueban que ellos no quieren pagar ese precio.

¿Porqué habría de pagarlo E-Go?

Acaso no puede E-Go tener conciencia extrema de lo que muere en vida, más allá del cuidado de su propia Ex-sistencia. Que no es Ex, sino Insistencia, Resistencia, Persistencia, Consistencia, Subsistencia, Asistencia.

Aunque ese sentimiento sea por bloqueo del espíritu, inconfesable.

La única forma de luchar de E-Go en estos límites, es ser coherente y paciente; permanecer en cercanía y aferrarse a la vida. Pura integridad.

Poniendo el Hombre por frente, su sinceridad interior en todos los resortes que desde el alma más abierta asisten su vida.

El sacrificio en estos tiempos en la otra ribera, no es como el anterior.

Y en ésto va una guía interior de su sinceridad, que no busca heroísmos; sino permanencia afectiva, con savia silenciosa sostenida.

Los campos dispáticos son doblemente empíricos; y trás largo sostén, un día experienciales.

Con referencias definitivas de presente; adicionalmente "sensoriales". Que acentúan, resaltan, oponen, y resuelven de continuo, permanentes diferencias en un larguísimo camino de oposición y reunión, que supera cualquier marco de conciencia teísta, mono o politeísta, filosófico, científico, hermético o psicológico; otro que no esté cargado de la más arcana parental y marital identidad.

Siendo espontáneo y en ello profundo y sincero; y funcionando todos los resortes del alma a pleno, ¿cree alguien, que necesitaríamos descubrirnos reflejados en los mitos?.

Sin duda que ello cabe, porque los sacrificios que nos caben, cada día son relegados con mayores alteridades.

Inútil luego querer probar que el alma fuera la misma tras cualquier alteridad.

La alteridad siempre parece financiar los problemas del alma.

¿Pero quién podría estimar a espíritus aceptando estos financiamientos?

Creo que ellos son los que justamente los proponen. Pero no para ellos.

Repito; si hay Hombres que no los aceptan, ¿cómo podría haber un sólo espíritu que quiera aceptarlos?

Este no es un tema fenomenológico, ni filosófico.

Este es un problema, vuelvo a repetir, de sinceridad interior y compatibilidad primaria sostenida "en sacrificio":

¿qué estamos dispuestos a dejar morir?

Una cosa es morir; otra "dejar morir".

El espíritu nos puede enfermar y matar. Pero nosotros podemos "no dejar morir".

Y nuestra actitud no nace sólo del alma. Nace en forma primaria de E-Go.

Que tiene propio recóndito lugar.

Que aun en oscuridad, por sacrificio califica al alma donde esos espíritus luchan y demandan.

Las contaminaciones e interpenetraciones tienen allí un enorme lugar.

Lo que allí se aloja, aunque luche por evitarlo, a E-Go interpenetra y casi interfusiona.

Cada día es la esperanza por la que E-Go espera. Y permanece para que nada de sí, por él muera.

Tal es su intensidad.

Comenta Hillman, que "si más allá del syzygy, ego no tuviera una tan válida identidad de sí, se podría fácilmente reordenar mucho de nuestro mobiliario psíquico".

No creo que ésto lo resuelva simplificación alguna, sino sosteniendo estos esfuerzos que un día fueron elevados, y ahora resta en ellos permanecer.

De ese sostén se va a definir el destino de los fenómenos, aunque la fenomenología no consiga discernirlos.

Por ello el que está "solo" en estos esfuerzos, no está a la búsqueda de sabiduría, que por cierto sin querer acopiará; sino a la búsqueda de sostener la vida, desde ese humilladero en que quieren, ni siquiera se lo descubra.

Allí se dirime su esfuerzo.

Permanecer en cercanía, ha sido durante estos 20 años mi muletilla.

E-Go siente su compromiso. Éste es, repito, interpersonal por intrapersonal.

No siento al espíritu, sino, sensible dentro, en la parte alta de mi.

 

Respecto a los párrafos finales donde Hillman, al hablar de esse in anima parece necesitar relacionar al animus con el pneuma y el espíritu.

También la entidad de estos términos merecen para mí localizar su literalidad. Se me hace más directo relacionar al espíritu con el que sopla. A pneuma con alma. Y a animus con las funciones del espíritu, desde el cuerpo y el alma.

Pero no veo al espíritu como función del ánimo o del respirar. Sino al revés.

Los pretextos de los riesgos de distorsiones fenomenológicas no me impiden seguir intentando poner lugares, entidades y esencias en sus espacios fonantes y significantes más apropiados. Es sin duda una cuestión menor; pero me resulta inevitable.

La constelación del espíritu, toda vez que nosotros entramos en contacto con el alma, no lo siento en ningún sentido como un tema menor.

Es justo el tema mayor y más empírico que cabe considerar de este relato.

Pues ese TOQUE supera con creces lo que en contextos fenomenológicos, si fueran divulgables, sería calificado espontáneamente como fenomenal.

Hay toques, que después de 20 años de estar instalados, referencian al alma y al cuerpo, como par; al espíritu y al ánimo;al espíritu y a la mujer amada; a la persona y al espíritu, con la misma mujer.

Y a E-Go "por su sacrificio espontáneo", con lo más opuesto de todo lo que se le quiere atribuir: orgullo, intelecto, mente, voluntad, coraje y arrogancia; que de ésto también se ocupa, como ya dijimos, el espíritu desde el alma, para vestirlo y desvestirlo como le venga en gana. Y que de ninguna manera prueban, que E-Go se sostenga con estos atributos. Eso dicen para pretender lanzarlo a fuertes cambios.

Sólo, pruebas de todos los instrumentos que tiene el espíritu para soplar al Hombre en el medio de estas luchas y sacudirlo como quiera;

hasta que un día desolado busque humilladero. Que luego será granero.

Hay dos esencias que encimadas generan vida: E-Go y el Viento.

Un ser de E-Go; y un ser del Viento.

Dispone E-Go en el alma su casa al viento. Allí se matrimonian.

E-Go tiene en tripas, casa y raíces.

Allí patrimonia en trabajo y en silencio.

E-Go no puede ir al viento; sólo puede sentirlo, recibirlo. Y en las tormentas soportarlo. Pero su savia oculta es tan valiosa como la riquezadel espíritu del viento. Y aun más, pues fue la que eligió el espíritu como cimiento: "su amor propio".

E-Go, amor propio, no elige el espíritu que le tocará en suerte. Lo eligen entre varios de su estirpe para contribuir con sus esfuerzos a la vida, como lo hicieron los amores más propios de sus arcanos. También ellos elegidos.

Todo ser elegido tan sólo una vez para el amor, tiene motivos para sostener este amor propio. Que en él se refugia cuando todo le es arrebatado. En ésto ya no hay elecciones.

El amor propio sostiene todo sí, cuando ese espíritu muestra su labor y sus frutos en sus más propias criaturas relativas.

La oposición de amores propios sostiene la permanencia de toda resistencia a hospedar del viento, lo que parece venir del poder antes que del amor.

Hasta que ese viento no se armonice en mejores ánimos, nadie dudará en dejarlo correr.

Que al Hombre mientras permanece, le cabe por su sacrificio en suerte identificar. Pues atrás de cada absoluto, como he dicho tantas veces, hay alguien concreto, aún metafísico, de grado parental o marital.

Sin esa primaria y definitiva reducción de los absolutos a su identidad más personal, no hay fenomenología, ni psicología que alcance a comprender los términos de estos sacrificios.

"El espíritu sigue al alma" pues es allí donde el espíritu puede cumplir una función que el hombre pueda "sentir", y por ello colaborar.

Almas las hay grandes, pequeñas, abiertas y cerradas. Y ésto mismo de las escalas y aberturas va en el sentir y tarea que quiera bien y pueda el espíritu realizar en ella.

Aunque oculto, E-Go se descubre un día, tan apreciable como el espíritu.

Y uno no es más que el otro.

Podrían ser uno para el otro. Que aún cuando pelean, pelean tal vez porque quieren serlo.

E-Go hospeda sentimientos de deuda y gratitud, que no tiene motivos para olvidar, porque de ellos vive; y por ello el Hombre, entidad de estos amores, un ánimo, un alimento cada día recibe.

Todos estos trabajos de persistencia, resistencia, asistencia, consistencia, insistencia y subsistencia de E-Go, refieren de los trabajos de acomodamiento de los espíritus en el alma.

Esfuerzos que van a crédito del Hombre por sus sacrificios.

E-Go en el Hombre, está alojado como ya dijimos, en genitales y tripas. Y es Padre permanente de raíz al que nunca podrá restar su mayúscula.

¿A qué nutrir fenomenologías sin antes vivenciar y soportar con largueza estos desajustes?

Spinoza decía:

"Nadie sabe lo que puede la locura. Nadie, lo que puede el cuerpo".

De las lecturas recientes del hermoso trabajo de David Miller sobre los humores, la naturaleza del habla primigenia, Psijé, pneuma la cavidad vacía en el centro del "self"; tierra y agua; aire y fuego; Eros a través de Psijé; y Psijé sólo en Eros; el ave, la flor, luego la mariposa, meras refracciones de la luz en polvo; arrepentido huésped en tierra ancestral; mariposa como la forma de ser en el hogar; Aqueloo, hijo mayor de Tetis y Océano; el hombre que resiste al ego de Apolo alcanzando a ser fuente de las Musas; de nuevo en el hogar; en las sombras; un profundo recurso considerablemente más oculto que el viento; la cavidad vacía en el centro, cuya presencia es el mismo ser intercambiando las aguas y los aires, de cuya fuente...transcribo para luego regalarme correlatos.

A mi larga soledad estos placeres; enorme simpatía y valoración de lucidez por su trabajo a Mr. David Miller.

"Ocultas tras las palabras se conservan eternas formas de humana y medular anunciación; pautas y paradigmas de psíquica significación. El Dios y las Diosas son allí nombradas. En busca de la historia de las palabras (el relato de sus mitos), uno adentra, cual si fuera la primera vez en plena conciencia, la evolución medular de lo anunciado.

Etimologías que lucen como terapias diferenciando lo que es profundo y colectivamente inconciente. Una etimología puede potenciando así, relevar las represiones de fantasias sobreracionalizadas, proveyendo nuevos y compensatorios recursos, en sentidos tan profundos como los sueños".

Refiriendo de humores: parentescos inmediatos en raíces indoeuropeas:

wed-. agua, mojado.

Sánscr. undáti: "brota", anglos. winter: "invierno", alto alem. ant. wazzar:"agua".

Grado cero y sufijo *ud-or. Gr. udor: agua. oego-. húmedo.

1. Grado cero y sufijo *ugo-ro-

Gr. ugros: húmedo.

2. Grado cero y sufijo *ugo-sm-

A. Lat. (h)umeo: estar húmedo (con "h" porque antiguamente se creía que estaba relacionado con humus tierra).

B. Lat. (h)umor: líquido [de agua, sudor, lágrimas, etc]

humor genio o condición de alguien

[que se consideraba causado por los humores del cuerpo].

Raíces cercanas:

we-. Soplar; alto alem. ant. wint: "viento", wetar: "tempestad", sánscr. vati: "él sopla". nirvana: destrucción, extinción "bienaventuranza obtenida por la absorción e incorporación del individuo en la esencia divina".

weg-. ser fuerte, vívido.

[Sáncr. vaja-: "fuerza", gót. gawaknan: "despertar", isl. ant. vakna y toc. AB wasir: "rayo", alto alem. ant. wahta: "guardia", lat. vegeo: “animar, ser vivo”; vigeo: "gozar de salud".

wegh-. ir, llevar, transportar en un vehículo

Germ. *wegaz:"curso de un viaje", *wega: "agua en movimiento".

Lat. via:"camino"

er-. poner en movimiento, alzar, aparecer, nacer, originar.

ers-1. estar en movimiento

ers-2. estar mojado.

Sánscr. rása-h:"savia", lat. ros: "rocío".

 

De acuerdo al trabajo de Jonson de 1599, "el humor es una esencia", un "ens" del hombre que fluye del balance idiosincrásico en sus cuatro fundamentales fluidos: el sanguíneo, el flemático, el colérico y el melancólico. Ellos son llamados humores debido a que sostienen "humedad y fluencia".

El teórico medieval localizaba la fuente de estos fluidos en la hipocondría (literalmente, bajo la musculatura del pecho inferior, es decir, en la cavidad central del cuerpo), y él puso por nombre a la más correcta armonía de estos fluidos: "temperamentum o complexio"

 

No muy distante por cierto del "fren", hoy traducido por "mente"; pero en tiempos de Homero simplemente el "diafragma", vital y adicionalmente "sede de todos los sentimientos".

De aquí que el músculo frénico esté ubicado tan lejos de la mente. Y que el esquizofrénico no tenga un problema meramente "mental", sino "algo" que lo guía y acompaña; en naturaleza tan profunda y concreta, como corporal.

Del misterio de la humedad como fuente de vida deviene precisamente el secreto de los secretos, ... el humor de los humores... La constitución del cuerpo, será como veremos a poco, recapitulación microcósmica del macrocosmos.

Refiriendo a Thales: vino a ser el agua identificada como el principio de todo. Y "estando todas las cosas llenas de dioses", fueran quizás los Dioses a que él refiere, Dioses del agua.

Kerenyi tenía en mente, refiriendo a Océano y a Tetis, las aguas de arriba y las aguas de abajo, las cuales convergiendo devienen parientes en creación, como similares mitologemas egipcios y polinesios de creación acuática.

En el Corán, Moisés es movido a declarar que él no descansará hasta encontrar "la unión de los dos océanos".

Cuando las aguas de arriba y las de abajo concurren a la creación, el Paraíso original aparece caracterizado por la fluencia de cuatro ríos.

En Génesis 2: 10-14, leemos acerca de los cuatro ríos del Paraíso fluyendo de las aguas de vida que provee el árbol en el centro del jardín. Estos testimonios no están limitados al antiguo Cercano Oriente. En la mitología hindú los cuatro ríos fluyen del monte Meru; en relatos iraníes aparecen localizados en ámbitos del Blest y fluyen de la montaña de Arduisir; en el Tibet, en el monte de Hamavata, los cuatro ríos fluyen de la raíz de Zampu, el arbol de la vida; en China la localización es en los montes de Kwan-lum;

(mis vivencias pasaron por el monte Lu, cerca de Shangai, y edifiqué mi casa sobre este monte. A su lado corre el río Li, casi siempre seco), en la mitología eslava los cuatro ríos salen de Altuir, la piedra mágica en la paradisíaca isla de Bonvan (en mi caso particular he referido en mi kata-logos de la Estela celta de la piedra vivencial; en cristiano: Estela Livingston, abuela paterna de mi amada Julieta).

En relatos escandinavos estos cuatro ríos vienen de la primavera, Hvergelmir, en Asaheim, hogar de los Dioses. Similares relatos se dan entre los Sioux, Aztecas, Mayas y pueblos polinesios.

Pero observemos con cuidado lo acontecido con estos cuatro ríos del Paraíso, durante la "caída" del Oeste. En la épica homérica leemos de los cuatro manantiales fuera de la caverna de Circe. Pero en tiempos de Platón los ríos habían tenido que descender bajo la tierra, como si otra simbología relacionada a muy diferente clase de significación humana hubiera tomado ascendencia.

En Phaedo, Sócrates entrega en su último relato estas diferencias. Conforta a sus discípulos, diciéndoles que seguramente Esquilo se equivocó al describir el viaje del alma después de la muerte siguiendo una sola huella. ¡Los ríos del Paraíso modificaron su forma! ¿Por qué? ¿Qué había ocurrido para cambiar las aguas de vida en éstas de muerte?

En la tradición occidental del árbol las aguas fueron olvidadas. Persiste una rigidez unilateral que olvida sus raíces en la tierra húmeda.

Las aguas han marchado bajo tierra, y nosotros perdido contacto con nuestra sensible relación con los humores; pues nuestro tradicional axis mundi devino todo corteza.

En el proceso, nuestra tradición del árbol ha crecido muy orgullosa de sus escalas alcanzando el cielo, olvidando por lo tanto su fuente, que desde esa altura retornó a la tierra y devino sombra, en la oscuras profundidades de los duelos.

Abajo, en el sombrío ámbito de pensamientos y sentires, allí, ellos aun reposan.

Cuando el sistema mitológico simbólico se diluyó en favor de una cosmovisión más sofisticada, los ríos fueron al interior del cuerpo humano.

Y cuando la fisiognomía antigua y medieval fue reemplazada por una más científica visión de anatomía, algo ocurrió. Es este algo el que no nos permite detenernos aquí.

Los ríos se han sumergido en el inconciente; en la psiquis profunda y en contacto íntimo con los fluidos de nuestro cuerpo, al igual que con la mitología de su filogenesis.

Una psicología arquetípica del humor de los humores nos puede ayudar a remitologizar la apropiada sicología que nos de la clave del humor mismo.

La salud del humor se manifiesta sensible en la armonía de los humores. Todo acontece en el vacío de la cavidad, en el centro del self.

Jung escribió: "el agua de la vida se obtiene con facilidad; todos la poseen, aunque desconociendo su valor, la desperdician, porque asumimos que las cosas buenas están afuera y por doquier, y que la fuente en su propia alma no es sino..."

"el humor por el que todos esperan".

Aun hay otro matiz sombrío de lo oculto, cuando la tierra y el agua van a descansar. ...Sueñan aires y fuegos.

La mitad de la historia ha sido omitida; de hecho, esa mitad que hubiera provisto el sentimiento y contenidos intuidos, que hubieran nuevamente emplazado la metáfora arquetípica, en su contexto simbólico. (Hillman).

Aquí aparece el "aire de arriba" o espíritu, Griego: "aither"; lo que anima

latín: anima, alma, lo vital y natural.

Parecen los alientos de la vida, el alma, vaporizados humores cuya transformación es importante para el humor más profundo.

Jamás un arquetipo monomórfico será capaz de dar cuenta de los aspectos dinámicos del humor.

Luego relata con brevedad pasajes de transformación espiritual. Heráclito: "muerte devenir agua". Agrega: Psijé seco es más sabio y mejor.

De San Pablo: "las aguas del bautismo son una suerte de muerte".

Y completa: "todos estos problemas mítico religiosos, teológicos, sicológicos y metodológicos y por cierto lexicográficos, podrían ser trascendidos si no fueran nuestros argumentos y su imagen de los humores como agua, tan ponderosos. Si fuera la materia más liviana, si tuviera más levedad, más humor,... podríamos sentirla dinámica, vívida, humana y natural. Necesitamos aire en las aguas"

Abordar estos temas desde una perspectiva crítica, siempre es pastoso.

La perspectiva vivencial, sólo espontánea y a través del trabajo poético se regala presta. Pues eso he hecho en estos veinte años sin abrir la boca. Aunque hoy estos textos me han provocado reiterados deseos de abrirla.

 

Vuelvo a los "aires de Miller", habiendo dejado por un momento a un lado las aguas y tierras húmedas tan preciadas, parece que todo tuviera que ver con intentos imaginales para expresar el "self" y el relato de nuestro transitivo ser occidental y sus raíces griegas.

En el relato de Psijé y su comienzo con Anaximenes, él emplea tanto Psijé como pneuma, y con ambos señala imagen de aire-alma (aér); cuerpo activo, imágenes verbales del respirar o soplar como el viento.

En Homero, Psijé fue eidolon, "fantasma", como imagen reflejada en las aguas. También la Iliada usa la imagen "esfumada" para figurar a Psijé; la Odisea usa la "sombra", esta última correspondiendo a Píndaro figurando a Psijé como un segundo "self" o alter ego. Píndaro equipara Psijé y kardian.

Al comienzo de la evolución de la conciencia del espíritu, Heráclito nos trasmitió estas enigmáticas palabras: "no podrías descubrir los límites de Psijé aunque recorrieras para ello, todos los caminos; tal es la profundidad (bathos) de sus iluminantes abismos (logos)".

La vida parte de Psijé moviéndose desde el mito a la filosofía; del asentamiento dórico y jónico a la ciudad estado; de la tradición oral a la escrita; del calor enervante del aliento profundo, a la fría niebla de la muerte que no trasciende más allá de Ser estetizado, sin sentido.

En imágenes de Apuleo, Amor y Psijé descifran otra razón adicional para la muerte de Psijé. Dado que Psijé es femenina, Eros puede sólo tener vida a través de Psijé, y Psijé sólo en Eros. De ellos nace una hija llamada "Placer".

Las aguas bautismales de la cristiandad, matan a Psijé por un uso de pneuma neutral, nunca femenino y carente de su gracia.

Del aire viento y aliento de los jónicos, a través del fantasma sombra sombría de los épicos y el culto de la muerte, el alado demonio de las tragedias Órficas y Áticas, hasta llegar a Sócrates, cuyo uso de Psijé, Jaeger observa: "qué aprovecha al hombre si éste gana el mundo entero y pierde su propio Psijé"

Pneuma no pudo nunca lograr el trabajo realístico en el imaginario que realizó Psijé, conduciendo muy rápido a un "nous" no imaginativo y racional.

"Espíritu" en esta moda, al igual que el alemán Geist y el francés esprit "ha llegado a significarnos lo racional, intelectual, ideológico". Parecería que la historia de Psijé no conduce a humor alguno, pero justo al final sobreviene una extrañeza que cambia el relato entero, si tan sólo logramos sentir su significación.

Platón había llamado a Psijé "animal alado" y expresado que la función erótica, filosófica, profética y poética más propia de Psijé era "volar". Aquí, la respuesta a la pregunta de Piktor: "¿dónde encontrar la felicidad?. Un ave reflejando todos los colores del espectro responde: la felicidad está en todos lados, en las montañas, en los valles, así, ... en cada flor".

Así las transformaciones del ave en flor y luego en mariposa, que al llegar a tierra fue transformada en un cristal radiante de luz profunda y roja.

La tierra pareció absorber su luz hasta hacerla desaparecer en sus entrañas. Piktor tomó con firmeza la joya entre sus manos, como talismán para todas las venturas del mundo y avenir.

Polillas y mariposas trascienden lo real terrenal y están igualmente en casa en la fértil humedad como en los secos y aereados cielos. Sus colores son refracciones del mero polvo.

Parafraseando a Goethe: alas coloreadas que duran hasta encenderse en la luz de una vela, muriendo en llamas.

Hasta que desmenuces ésto: "morir y ser transformado", no serás nada, sino huésped penitente en tierra sombría.

Señala Miller al hombre en el interior de Psijé. Sentir el aire y el fuego de la humedad, ya no será un problema, sino "un misterio terrenal".

Reitera: Psijé como mariposa es la forma de estar en el hogar, en entrejuegosde aires.Algunas de ellas, llamadas a la luz del fuego.

Las mariposas están a gusto en sombras; y muchísimo en el hogar, como para querer volar demasiado alto,

Así también Aqueloo, el mayor de los hijos de Tetis y Océano, río de los ríos, es la forma de estar en el hogar, en entrejuegos de humedad.

Él es el Dios y padre de Castalia, el que resiste al ego de Apolo, y llega a serfuente de las Musas.

Su creatividad, siempre en primavera.

Él mismo resistió las heroicas tareas de Heracles, y aunque no pudo con él, quedó por ésto mismo relacionado eternamente con la tierra, antes que con el cielo.

 

Sólo mis manos cuentan,

y mis ojos

nombrando estas cosas

sostenidas en el resguardo

de lo que vive en mi

Robert Duncan

 

 

Abismos de la piedra erosionada

que siempre lo celeste vela.

 

Rojos del Poniente y la Aurora,

reflejando de nuestros ancestros,

altísimos océanos de sangre

que se derraman sobre los cielos,

animando cada vida humana;

bendiciendo sus terruños;

pescando amores,

cumpliendo sueños.

Amores que aun siendo

en primer grado suyos,

son así tan vuestros.

 

Cimientos extensos y entrañables

de la morada abismal,

que sólo a través del trabajo afectivo

se armonizan y develan.

 

Plenitud de caos los de estas fuentes, que a más sensibles, así me hospedan.

Y sin embargo,

espíritu en el alma y E-Go,

en materias que los unen en destino,

ya a partir del Alba

van urdiendo mis desvelos,

alentando, sosteniendo

los trabajos de mis sueños.

.

Francisco Javier de Eitzaga Amorrortu

 

Breves aproximaciones sobre el respirar, el alma, el más allá, el vagar, el crecer, el alimentar, el alentar, el espíritu, el ánimo, el viento, el soplo, el fuego y nuestro desnudo ombligo, en raíces indoeuropeas.

and-.Respirar

[sánscr. ániti: "el respira", anila-h: "viento", irl. ant. anal: "aliento", galés enaid: "alma", nórd. ant., andi: "aliento", Toc AB anm: "vida".

Con sufijo *and-mo

A. Gr. anemos: viento.

B. Latin animus: aliento, mente. anima: alma, espíritu, vida.

 

al-1. Más allá

[sánscr. árana-: "lejano", avést. airyo, arm. ail: "otro", pers. ant. ariya, irl. ant. oll, galés allan: "fuera", osc. allo, gót. aljis: "otro", isl. ant. allr, anglos. elles: "otro", alto alem. ant. all, toc.B alye-]

1. Variante *ol-: más allá

A. Con sufijo *ol-se, *ol-so

Lat. arc. ollus, clás. ille: aquél.

el. art él, pron., la (fem illa), allá (adv illac)

B. con sufijo *ol-s, *ol-tero-

Lat. uls, *ulter: más allá

ulterior, último, ultra, ultraje

 

2. Con sufijo *al-tero- "el otro, de entre dos"

A. Lat. alter: el otro. alterar, altercar, alternar, altruismo

B. Lat. adúltero

 

3. Con alargamiento *alyo-: otro, de entre mas de dos.

A. Gr allos: otro, alegoría, paralelo

B. Gr. allage: cambio

C. Lat. alius: otro; ajeno, alias, alienar

 

al-2. Andar, vagar.

[Gr. alh: "vagabundo", let. aluor: "vagar", toc. AB al-: "apartar"]

1. Lat. ambulo: caminar

2. [Pos.] Lat. exul: desterrado, exilio

3. Gr. aluo: vagar. (lat. alucinor: alucinar)

 

al-3. Crecer, alimentar.

[sánscr. en-ala-: "fuego", irl. ant. alim: "alimentar", galés alu, bret. med. halaff, gót. y anglos. alan, isl. ant elska: "vivir", alt alem ant alt: "alto", toc. A alym-: "vida"]

1. Lat. alo: alimentar. Lat. almus: que alimenta. alumno propte. "que es alimentado"

2. Con sufijo *al-to

Lat. altus: alto, profundo, crecido.

altanero, altivo, alzar, enaltecer, exaltar.

3. Con sufijo *ol-eye-

Lat. aboleo (prep. ab), abolir, propte. "atrasar el desarrollo"

4. Forma compuesta *pro-al-

Lat. proles: estirpe, descendencia

 

pneu-. respirar, soplar, aliento, viento

pleu-. fluir, flotar, nadar, pulmón, llover.

pleus-. pluma

pur-. fuego

 

bhle-1. aullar, dar alaridos, llorar

bhle-2. soplar, inflar, hinchar

bhel-1. brillar, llama, fuego, blanco

bhel-2. hinchar, fecundo, falo

bhel-3. florecer, flor

bhes-2. respirar, soplar

 

1. Grado cero *bhs-

Gr. psijé: aliento, vida, espíritu

 

2. Gr. psücros: frío

we-. soplar, viento (repetimos)

wed-. agua, mojado (repetimos)

wegw-. húmedo, humor (repetimos)

wel-1. desear, querer, anhelar, placer

wen-. desear, esforzarse, querer, venus

wer-3. percibir, guardarse de, respetar

 

nes-1. regresar sano y salvo, juntarse

nostalgia deseo doloroso de regresar

nes-2. nosotros, nuestro

neud-. hacer uso, disfrutar, alcanzar

nobh-. ombligo

nogw-. desnudo (alrededor del nous)

 

Continúo llenando vuestras orejas con estas brevísimas intuiciones.

Más claro que el agua, que las voces espíritu, esprit, soul, más allá de sus antiguos o actuales significados, hablan de lo que sopla. Y que "Geist" por dar un ejemplo, está hospedando en su gutural un resto de asombro con alguna dificultad, brotando casi interjeccional. La misma "Psijé" conserva su huella interjeccional prestamente suscitada. Presteza que la delata anterior en su nacer a "pneuma".

Anima, animus, ya tienen otra calma.

Pero en "alma" ya está el realm, el ámbito.

Sin duda toda una psicología puede hoy brotar festiva de nuestro aparato fonador para alimentar sentimientos que más aspiran a iluminar una crítica, que a prolongar sentimentalismos.

Aprovechando tan sólo las humedades, los aires, los humores de nuestro aparato fonador; que una vez pulsados por el asombro superaron los límites de clasificación colérica, melancólica, sanguínea o flemática, que atisban hoy a discernir las miradas críticas.

El asombro no sólo supera los límites de los humores, sino que le permite a la mirada crítica también superarse y crecer sin excitar a Apolo.

Estas libertades que me tomo vienen facilitadas de muy antiguos correlatos; y en adición, amanecidas hoy por David Miller.

Quiero señalar que estos indicios no alcanzan a cubrir en una ontología del habla las perspectivas fundantes de primer orden, de carácter interjeccional basadas en el asombro, la sorpresa, el temor y la alegría; y que de fuente pulsional brotan a través del aparato fonador en toda la amplitud de sus apoyaturas.

Los diccionarios de raíces registran estas pulsiones, pero organizan su tarea a partir de las perspectivas fundantes de segundo orden: las onomatopéyicas. Que al tener un grado mayor de retención del significante, diluyen la patencia radical de la pulsión.

Pulsión, que en el caso del habla china pudo conservarse viva y cultivarse, sin perder su unidad asombrosa y más que sensual originante.

Estas libertades concurren en nuestro imaginario, tanto para ampliar nuestro espectro de visión, como para profundizarlo.

Instrumentos poéticos de muy alto, originario y eurístico contenido.

Que nunca deja de suscitar asombro y mucho menos de fluir.

He pasado 20 años sin abrir un diccionario y hoy me vuelvo a deleitar.

Por cierto, a quien más asisten estas miradas, es a aquél que no imagina siquiera cómo comenzar a relatar vivencias, que por años habrá en silencio de hospedar.

Asisten estas miradas también a aquellos, que tras la pista de significantes han perdido la hebra originaria que fuera un día por asombro, en conciencia semilla de gestar.

Los monosílabos en estas situaciones son más comunicadores de caricias, que de verdades ciertas;

que en caricias podemos sin temores en intimidad enhebrar.

Suscitar no es acertar. Sólo apuntar.

El resto lo haces tú, aportando integridad.

 

La tarea de matraz nos ha regalado la suerte de ver a las musas bordar.

Y con afecto he visto siempre al fenómeno eurístico darse a desbordar.

Por tanto me cabe preguntar, en los planes de qué espíritu se da este regalo a hospedar.

 

¡Penélope?

Haber encontrado a David Miller en el camino de estos relatos en tanta medida estimulados por Hillman, me ha impulsado a continuar aprovechando estos azares.

En ambos casos cabe reiterar mi alegría y agradecimiento a su labor crítica tan cultivada y contenida; tan atenta y discernida. Iluminada y confiada.

A pesar reitero, de advertirme en la otra ribera, que no pasa por reconocida cordura.

Aun así me siento cercano a ellos; caminando en paralelo desde las distintas márgenes de este arroyuelo. Tal vez ellos ya muy mayores o fallecidos, no puedan ni quieran nunca volver a ocuparse de estos menesteres ya superados. Pues las etapas de la vida no sólo nos alejan, sino que nos hacen ver con sonrisas y dulzura, las prisas que hoy llevan a estos relatos en ventura.

A ellos mi afecto.

La mención a sus nombres y a sus textos no implica, repito, en ninguna medida, que ellos pudieran compartir mis consideraciones. Éstas son sólo mías. Tan a gusto "dialogando" con ellos.

Al recorrer el espinel de la labor crítica de Miller mi primera observación ya hecha fue aquella del "fren", no sólo mal ubicado en la actual lexicografía, sino muy bien ubicado en el centro de la cavidad de los aires, sus torrentes de flujos, fuegos y humedades.

A una fisiognomía poco le costaría imaginar, que si fuera el diafragma sede de todos los sentimientos, menudo centro y encuentro de abismos a su entorno concurrirían.

No existe cavidad más honda que los afectos. Aun así me cabe señalar, que más adelante cuando el ave se instala, esta sede desciende un poco más allá de esta cavidad.

Como se puede advertir, mis comentarios no tienen una base crítica sino vivencial; y aprovecho los correlatos críticos que estimo facilitan su enunciación.

Pero como advierto también en Miller, el gusto por revolver el secreto detrás de los secretos, en las localizaciones de los montes y la piedra mágica de donde brotan los cuatro ríos, lo acompaño para señalar que me ha tocado en suerte o en des-gracia, no sólo tener experiencias miméticas, sino hospedar vivencias mayúsculas de identidad, y por ende de afectividad y permanencia alrededor de estos relatos, de este terruño, de estos seres, de estas criaturas en la aurora y más allá de ella;

de esta piedra y de su identidad personalísima; de sus arcanos y los míos; del cuerpo como templo ya no de "el" espiritu santo, sino de "un" espíritu santo en particular, cuya santidad no preocupa a nadie sino a mí.

Del alma ya no como arquetipo, sino como sede, como cáliz contenedor de este arquetipo; luego en mi caso particular, simple espíritu marital; de las vivencias del cuerpo, ya no a partir de una fisiognomía arcaica o medieval, sino del soma, que como su propia raíz indoeuropea teud- señala, trata de un cuerpo "hinchado" (ver pág.50), porque así fue hace 10.000 años revelado en forma en extremo precaria, para señalar la inserción del "cuerpo" de un espíritu, ya no en el alma, sino en nuestro propio cuerpo.

Y que esa inserción se manifiesta en suave y acariciante "hinchazón"; palabra ésta, que desmerece las caricias que prodiga este espíritu tan personal, con tan particular sensibilización a través del cuerpo.

No es de imaginar que resulte fácil en los próximos 5.000 años relatar estas vivencias. Pero si estimar, que de sus dificultades en ello y de lo que pudiera haber arribado a estimarse, cabe imaginar fisiognomías. Aunque desde una fisiognomía nunca se pueda arribar a vivencia alguna.

Su gnomos no deviene de una fisiognomía. Ni el "cuidado" del soma depende de ella. Nunca me puse al tanto de estos temas. Como tampoco en el sentido opuesto hube de concurrir a médicos o tomar siquiera una sola aspirina en 20 años.

Por tanto, el sentido de estos relatos siempre será risueño, al menos para los de las aguas de arriba.

Que también en ésto me caben aclaraciones vivenciales.

Las aguas de abajo, las de Tetis, no están abajo. Sino más altas que los más altos cielos. Y las de nuestro Padre Océano, como gusta volar bajo, las siento bien pegadas al suelo. Pero aun así, siento que en el suelo pasan cosas tan extraordinarias, que bien me cabe decir, que abajo del suelo hay todo un cielo.

El océano de sangre de Tetis, repito, está más alto que los más altos cielos y todas las criaturas olímpicas que quieran imaginarse en él.

Y lo indecible de cada padre océanico está al alcance en cada mano puesta al trabajo, en cada vientre y en cada genital humano. Por cierto en cada terruño.

Si algo conserva entidad permanente de estos afectos de "cada" padre océanico, es en su propio e individual terruño. Lleno de voces, ensueños y labores. Del cual, uno es sólo el recién llegado.

"Retornó a la tierra y devino sombra en las oscuras profundidades de los duelos" nos dice Miller de los descensos de Padre E-Go; que con lucidez advierte en su mirada crítica a estos abismos.

En estos tiempos, hubo de manifestarse en mí, el correlato del padre de Cristo, San José; tan oculto, aun siendo el padre de ese trastornante tiempo luminoso, revelándose como parte del don arquetípico que nos sostiene desde el alma en los tiempos dolorosos y oscuros que preparan el amanecer.

Que luego, habiendo amanecido, se redescubre como arquetipo personalísimo, arcano de nuestro propio padre natural, para acompañarnos en los tiempos del trabajo diario; en afecto sostenido de retorno al terruño; permaneciendo, nutriendo y conservando todas nuestras "ausencias" con apropiada dulzura.

Evitando, que más allá de los años de las transformaciones, del ave en flor, al atardecer en el terruño de la vida; y luego en mariposa, extrema soledad pudiera embestir las candelas, los gr. logoi de su altar.

El eterno creador, padre antiguo, alguna vez tronante y tan alto; y luego como José, él mismo, oculto, humillado, y renacido en estos cambios.

Figura por entonces, del padre eterno en cada uno de nosotros; ahora manifestándose en nuestro propio Padre natural; eterno y nuestro arcano.

Cavidades del humilladero donde siempre tuvo su morada E-Go.

Pathos sustancial para cada amanecer del Espíritu de madre que se devela y desvela para acercar nuestras manos a la flor de nuestros Padres ancianos.

Y asentados en terruño concreto, allí resuscitar.

Allí sentimos con dulzura amor de particular pobreza; gracia que amasaron en soledad. Allí sostienen; y con silencio nuestro trabajo acompañan.

Aprecios tengo para este E-Go; que sostenes me tienen de él. En mayúscula que nada tiene que ver con la de Apolo.

Ceras de las candelas que iluminaron destinos a estas aves para acariciar una porción de suelo con su flor.

Por este motivo vivo capullo en E-Go.

Capullo extraordinario reservado más allá del sufrimiento, para morar en él.

Capullo es "el vientre del padre".

Ahora, en nada tronante.

En él "tus manos te bastarán".

De noche sostiene tu descanso el ave.

Cada día cultivas con tu Padre la flor.

Ave y flor se ocupan de tus cuidados.

Que tu sólo al niño acompañarás.

Vuelo y perfume que aspiran

cimiento de tu alegría yhabitar.

 

En todo lo que suscitan estos misterios, caricias del amor, implícitas están.

Por ésto el éxtasis es de seguir.

No logran abandonar.

 

Desde afuera con medicinas buscan poder bloquear.¿A qué bloquear?

Transformado en híbrido, para devolver día lejano "normalidad"?!

No merece mi pena tras haber visto tantos mutilados más que ésto resaltar.

 

Hoy te juzgan por mirar al cielo. Y no es al cielo donde tendrás que mirar.

Sólo a tu suelo. Donde océanos tan altos y profundos; y más que tuyos, "suyos", de tus arcanos en flor,

te consolarán y se complacerán.

 

Océanos de Padre y Madre

en tu propio cuerpo.

Océanos del espíritu marital y de tu propio profundo E-Go en insondable humilladero.

 

No bastan los aires, las tierras,

las aguas y los fuegos

de estos océanos encimados,

a mente apolínea

que ignora huéspedes

de su sangre.

 

Los escindidos

Aquellos que han perdido afectos primarios y de distintas formas van gravitando en órbitas poco o nada comunicables.

Órbitas que a veces los descubren suspendidos a altura suficiente como para creer insufrible la caída; buscando así colgados, un lugar donde descender.

En otras imágenes los he visto con sus pies para arriba, en los mismos lugares donde la mayoría tiene los suyos bien puestos sobre la tierra. Viendo todo al revés; intentando una y otra vez comunicar sin suerte aparente su visión abismal.

Apoyados en abismos tan extraños que nadie podría comprenderlos.

Como si la gravedad para ellos fuera inversa. Y así pasan cumpliendo, váya uno a saber, qué roll en esta vida.

No hablemos de los que quedan suspendidos en los abismos de la droga. Seguramente sostenidos de algo extraño, entrañable para ellos;

afectivo?, ...tan escindidos.

¿Y de estas suspensiones, ...caídas?;

o lograrán en alguna forma sus descensos suavizar

Aun así, estos seres suspendidos no están solos, aunque la vida les haga sentir enorme soledad.

No dudo en afirmar que no están solos. Persistiendo en ellos "conflicto" con estas entidades que llenan su soledad. En ésto va mi afirmación de la velada y desgarrada corresponsabilidad "divina".

Llamo "divinas" a estas entidades para no presumir más estatura que la de un piojo.

Los ánimos que insuflan las divinas a este piojo, facilitan llegar cada día exhausto al fin.

Y en esa energía sumada del cansancio encuentra, jornada tras jornada su reposo. En descenso a valles de identidad; obrando, camino a sus afectos.

He advertido que no pocos seres "normales" y sensibles advierten estas situaciones y recomiendan baños de inmersión y té de menta, como recetas para armonizar.

Es bueno que haya gente preocupada por ayudar a estos escindidos.

Pero siento que las divinas sonríen frente a cualquier receta, sin importar la calidad de ésta. No hay recetas para descender. Sólo trabajos afectivos del pescuezo para abajo.

Quienes han perdido algo, están suspendidos por esa misma pérdida. Alguna clase de reencuentro tendrán; imposible preguntar cuándo, dónde.

La energía de esa gravitación inversa a la corriente, permanece velada.

Y habrá cada día, cada uno contribuir a develarla.

Pero más cierto que la cuadratura del cubo, tiene ese develar su rostro familiar. Tan sentido y paradojal, que por años no se logra comunicar.

De todas formas la tarea se va llevando a cabo. Y el piojo así resuscitado va alcanzando mejor trato.

Dinámica sin reflexión. Alzándose a la mañana con el pie derecho. Para finalmente recostarse junto a la cenicienta de los sueños, y tras reconocerla cada mañana, volver con sus alientos a empezar.

Esta cenicienta está bien cubierta con las cenizas del hogar; cuidando ella sus lumbres.

Nunca fue bien visto hablar de ésto.

No habrá para mis excepciones.

Pero mi tozudez en ser visto como un extraño mamaracho, ya me causa a mí mismo no poca simpatía.

Y así las cosas, de cenicientas van naciendo "cenicientos". No sólo sensibles a lo inútil y despreciado, sino a su vez dinamizados por ello.

Una tarea que en arte luce hermosa y de medular utilidad.

La soledad que reviste a estos cenicientos les hace más propicios a alcanzar sabiduría; tan distintiva como paradojal; abstracta cuando no duele; fertilísima cuando siente sus lágrimas.

Siempre al resguardo en envoltorios insospechados. Siempre más aquí de cualquier verdad.

De cualquier absoluto.

Y gracias a las guías del Alba, transitivo.

Pero tan sola de soledad, que no habría experiencia más aburrida que intentar seguirla, si uno mismo no es animado en semejante entrañable transición.

Al descenso, repito.

Como ave extendiendo suavemente sus alas, buscando sin fatigas en descenso, su hogar.

Como hombrecillo que busca sin temores lo precioso de sus sueños.

Como nave que busca su puerto.

Y en cada caso presiente, y basta un instante para ello, estar en la dirección apropiadora;

y el alma que lo lleva haciendo acopio de sol y dulce sacrificio en sus bodegas.

Aventuras de la más azarosa confianza. Truenos una vez; tormentas; espirales de misterio para apurar el descenso y acertar sin detenerse.

De escindidos: cenicientos.

De real e inefable cordura.

Su rumbo tiene por Norte los valles de cada identidad.

Su geografía: las tripas del Padre.

De la aldea global adonde hemos sido llevados más allá de nuestros parecidos y de nuestras ideas, al pequeño huerto de donde cada uno ha partido.

Quien no haya sufrido fuertes pérdidas de afecto primario, suele enterarse de este viaje tan sólo en los últimos instantes de su vida.

Todos los ejes de este llamado y de sus guías, se inscriben en manifiestas resuscitaciones, tanto más ancestrales como sentidas sean nuestras pérdidas.

Todas las simbolizaciones descienden de estas fuentes para orientarnos, como para desorientarnos. De modo que no haya conocimiento, cultura, ni culto que nos conduzca a ellas, si no fuera por el dulce oficio de nuestros más naturales y cotidianos sacrificios.

 

Los relatos de estos textos que siguen, recogidos de una década ya pasada, reflejan por momentos, climas que pudieran parecer externos a su patenciación. Aun así algo me descubren.

Vivencias, que aunque logren parecer menos “enajenadas”, sólo serían de interés comunicar, si de alguna forma comienzan a aflorar en campos de cercana patencialidad.

Destino de observaciones que apuntan a la otra ribera.

Por tanto, habrá que construir cimientos esquizofrénicos para un hipotético puente en cada una de estas dos riberas.Y a ello apuntamos.

La viga de unión será sin duda, ejercicio de comunicación triste, inútil e ignorado.

Algún atardecer tal vez pueda reunir con extrema sencillez su "pre"-tensión. Sin tensiones que escapen a su simple posible destino como viga de cruce, de un arroyo por donde fluyen aguas nacidas un día del monte congeladas.

Pág. 162 del pdf

Francisco Javier de Eitzaga Amorrortu

La viga de cruce . 1 . 2 . 3 . 4 . 5