Mejor empezar a leer por el final

De sus aprecios . 17/4/14, 6.11 am

Francisco.

entiendo ambas posturas, y las comparto aunque incompatibles. Alfredo busca un taller multidisciplinario que “aspira a plantear su conclusión con una declaración afinada e impulsar un cambio profundo de paradigma”.

No tendrá la profundidad que buscas, pero el cambio al que se refiere es el del antropocéntrico al biocéntrico, con lo cual acuerdo desde donde sabes que miro.

El antropocentrismo, desde mi mirada socio-ambiental, es la clave junto a las relaciones de dominación de hombres sobre hombres, el mayor perjuicio humano a lo no-humano.

Pero entiendo también perfectamente tu postura. Me recuerda a mi viejo, que al principio participaba de reuniones y reuniones donde la autoconstrucción era un tema lateral y casi invisible en un universo arquitectónico que basa su formación en el diseño y no en la necesidad ni en la funcionalidad. Para él, esteticismo superfluo y ostentoso.

Una de sus últimas participaciones (luego ya no quiso perder el tiempo, salvo contadísimas excepciones, en discutir lo que para él eran pavadas retóricas, escuelas y modas) fue en una Bienal de Arquitectura ¿y Urbanismo? en Baires, allá por fines de los ´80, creo, donde participaban eminencias “santificadas” como Jorge Glusberg, Clorindo Testa, y otros encumbrados popes nacionales e importados.

Hicieron hermosas presentaciones con imágenes y planos de sus obras de “volúmenes trabajados” con arte escultórico (defendiendo y argumentando “partidos arquitectónicos” con oratoria plagada de términos disciplinarios) pero monetaria y funcionalmente tontos. Arquitectura para ricos a la moda, para revistas de arquitectos, para cátedras distintas no en contenidos sino en “tendencias”.

Cuando llegó su turno, comenzó a sacar fotos de los barrios periféricos autoconstructores, con hombres y mujeres trabajando, verdaderos constructores de interfaces y urbes, amplias mayorías (por mucho, más que el Mercado y el Estado) que peso a peso y año a año (o lustros o décadas) construían su vivienda con los escasos recursos técnicos y monetarios con que lograban contar.

Las hizo transitar entre el público, básicamente alumnos y jóvenes profesionales, y les mostró una “arquitectura” que de tan visible era invisible. Una arquitectura social y necesaria, más donde los egresados salen sin saber en qué consiste realmente una obra y los saberes prácticos necesarios para concretarla.

Ellos veían planos de “casas”, y mi viejo viviendas.

Para qué decir que fue el más aplaudido por jóvenes que se identificaron con lo que sospechaban carecían y nadie les había siquiera mostrado.

Mi viejo no quiso seguir reuniéndose con aquél tipo de arquitectos, y se abocó de lleno a su tarea.

Hoy sus manuales llegan a colegios técnicos, universidades, arquitectos, autoconstructores y autogestionadores de sus viviendas (de clases humildes y sorpresivamente también de medias).

Basta leer las cartas y mails que recibe casi a diario. Son para llorar de emoción y de orgullo. Tanto agradecimiento por su ayuda concreta. Y él, humilde, con sus casi 81, soñando nuevos materiales.

Algo así veo que te sucede. Pero una mesa íntegramente dedicada a tus labores no es poca cosa, sobre todo si es para romper los paradigmas de quienes deben evaluar desde saberes a los que no interpelan ni reflexionan ni dudan.

No es un espacio menor. Pensá que sólo es un primer encuentro. De avanzar la reforma, ya tendrás oportunidad de abocarte en comisiones específicas y ahí si cansar tu arsenal para cambiar o al menos incorporar paradigmas.

Vos sabés que las guerras son largas y las batallas cortas. Esta reunión es una escaramuza apenas. No esperes adhesión inmediata (al menos los “herejes” ya no deben temer hogueras).

Si uno mismo ensordece, quizás incita a los oyentes a imitar esa sordera. Que no son demandas judiciales y en escaramuzas no se definen paradigmas ni se llega a veredictos. No hay paradigmas ni epistemes eternos. Un nuevo paradigma no se impone, se absorbe lentamente hasta que finalmente se lo orina.

Yo creo que no está de más esta escaramuza, abusando tú mismo de tu paciencia. Atrás de esta escaramuza puede haber importantes batallas que ganadas de a una pueden definir la guerra. No es todo o nada. Que es de a poco, Francisco, creo.

Si no tienes ejército, hostiga y ocúltate. La sorpresa es, casi siempre, una gran aliada.

Quizás no se trata de imponer, sino de prestar visión.

Decía Proust “La real travesía del descubrimiento no consiste en buscar paisajes nuevos sino en poseer nuevos ojos”.

Y ese desafío no es para cualquiera. Sólo algunos podrán sorprender su vista, y la mayoría repetirá a esos pocos, dando por sentado el nuevo paisaje.

Si tu visión ilumina nuevas miradas, entonces se irá extendiendo sola. No es necesario que vos llegues a esos millones de miradas viejas casi ciegas por costumbre o mediocridad.

Enciende la mecha, Francisco, y mira el reguero, como quien riega su huerta amada. No te enojes, tendrás que ser paisaje antes de ser mirada.

La vida es como un tren en marcha: a veces somos pasajeros y otras veces paisaje.

Un gran abrazo

                              

Avance a Alfredo, que de inmediato, ese mismo 16/4, siguió a la respuesta a mi amigo

Querido Alfredo, me levanté a las 5.15 am para contestarte, pero al no aparecer Tu mail respondí a éste que parece estar enfocado en el tema por el que Andrés y Tú mismo parecen preocuparse.

Este joven amigo parece conocer bastante a este burro "autista" (que resulta más sencillo aprecio que musista), y fíjate qué curiosa misiva le alcanza. Luego lee si te parece oportuno, mi respuesta. Un abrazo Francisco

P.D.: Es tan agraciada la misiva de este amigo por tan llena de Musas (y no de autistas), que la publicaré de inmediato. por /confesiones 13.html

Ninguna duda que estás enfocado con el laser de una Musa, que sería bueno preguntaras su nombre. Aunque tal vez, mejor déjalo para más adelante cuando Ella quiera hacerlo.

Pues el tema es que cuando conoces su nombre resulta inevitable trabajar sin cesar.

Es algo más que una convicción. Es un animus y un paquetito de inspiración que le hace sentir al burro el aroma de la zanahoria.

Te imaginas si será árido el tema para un titular de cátedra de la UNGS, encantadora persona, encantadora, que jamás reflexionó sobre el soporte legal que define en la ley Gral del ambiente de la provincia 11723, el sentido de la palabra ecosistema.

Así entonces se les amplia el panorama discursivo y no tienen ningún problema en generar cátedras para todos los gustos. Fíjate que hay una de ecología política.  Preciosa y muy oportuna.

Pero el caso es, que este burro sólo trabaja para meter demandas judiciales; tarea que ellos no han hecho jamás. La aridez es la de ellos tener que seguir el sendero de este burro.

Recibiendo soporte público, cómo demandarían al Estado. Y este burro, váya paradoja, haciendo su camino, ayuda al Padre Común, el Estado, a no despilfarrar montañas de dinero, al tiempo de seguir ese sendero porque es la única forma que imagina viable para poner a una universalidad contra un paredón legal que dice que un ecosistema es un sistema termodinámico, natural y abierto.

Definición que corta el aire y acaba con la mecánica de fluidos.

No conozco universidad en el planeta dispuesta a una guerra de troya interna para meter este caballito de batalla a matarse entre ellos.

No estoy muy confiado de que me vayas siguiendo. Pero a esta hora 5,3 am en que me levanté para responder a Alfredo que me pidió le mirara una definición del encuentro y no advierto haya llegado su mail para responderle, también advierto que esta respuesta que a Ti te alcanzo, será la que más tarde remita a Él.

Tú eres parte del trabajo de mi Queridas Musas Alflora y Estela, pues Tus advertencias son deliciosas, para nada áridas.

Y como advertirás en este agradecimiento, nada advierte este burro de árido en sus respuestas, sino en el fabuloso universo visual de tantos académicos (millones), que van por el sendero asegurado que los tiene tan bien ocupados.

¿Pero Tú crees que a mi me necesitan para que los siga a Ellos; o más bien están curiosos de ver qué es lo que estoy intentando hacer con mis rebuznes judiciales?

Pregúntale a Mara Anselmi, la titular ejecutiva del COMIREC si algún académico le trajo algún problema con la tramitación de los 1360 millones de dólares del BID que ya en Marzo aseguraban verían otorgados.  Solo le llegaron áridas noticias.

Hace 48 hs le metí a la caldera unos leños para que levante un poquito la presión y esa es la causa I 72114 que a Ti no se te ocurriría leer porque te quedarías dormido. 134 páginas en SCJPBA. Si quieres ver su peso entra por http://www.hidroensc.com.ar/incorte138.html y sig. 139 y 140.html

Mi compromiso es con el trabajo de mis Musas Querido Amigo. Y si voy a ese taller, es para seguir haciendo este mismo trabajo. Poner las cosas en el orden legal y dejar que ellos se entretengan con el orden académico para hacer sus talleres.

Este burro no discute con sus Musas. Solo las sigue. Si imaginas que dedicaré un minuto a debatir una línea por fuera del marco expresado en la propuesta original: "dinámicas horizontales de aguas someras y sangrías mayores en planicies extremas", pues entonces estás Tú buscando lo árido.

Hay unos cuantos millones de académicos que jamás dudaron que el agua se mueve por pendientes; ésto es, por energía gravitacional. He tenido la suerte de que la ley Gral del ambiente me dice lo que dicen mis Musas.

Y como ese soporte legal extraordinario es lo único que necesito para hacer mi trabajo, ningún trabajo te costará a Tí y a ellos mirar ese detalle para entender a dónde van sus sueños con este burro.

En este sentido, el burro también reconoce aprecios a un vendedor de boletos en la estación de trenes de La Lucila. ¿Te acuerdas lo que decía respecto al valor de cien hombres juntos?