Index . a nutrir paisaje protegido mirando por: Cap I Ecología de ecosistemas e hidrología urbana . 20 preguntas confesiones . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . Dinámica horizontal en humedales: esteros, bañados, meandros, cordones litorales . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . Cap II Patrimonios en ámbitos rurales, confesiones . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 38 . 39 . El paisaje construído en Al Maitén . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . Cap III Paisajes culturales . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . Cap IV El timón 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . Cap V Leyes particulares . introito . 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 . Cap VI Paisajes interiores Inmanencias . 1 . 2 . . La viga de cruce . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Joaquín Lera . . jubileo . . creación . . intangibles . . Carlos Lohlé . . Guillermo Roux . . César Pelli .
Patrimonios paisajísticos: en arte y memoria particulares Confesiones, que aprecian bajar a la voz "abstracción" del globo de la Asesoría Gral de Gobierno De lo abstracto en general, sin soporte en lo particular De una larga década de expresiones; que brotando de un hombre concreto tal vez alcancen a esta voz, otro asidero
¿Es dable descender al hombre concreto? Addenda ...transmitir pasión implicándose en un trabajo tan exhaustivo como arduo. "Y arduo, ciertamente -escribe Spinoza hacia el final de su Etica-, debe ser lo que tan raramente se encuentra." Celebro a Spinoza al final de este recorrido, para recordar una vez más en qué olvido de tareas menudas y milenarias ha caído nuestro cuerpo, dedicado hoy a especular en todos los sentidos: buenos y peyorativos. Envuelto en el misterio deja así Spinoza su patenciación: “Nadie sabe lo que puede la locura. Nadie lo que puede el cuerpo”.
¿Queremos proyectar? Viendo los resultados escindentes de tanta potenciación de alteridad que se genera en las grandes urbes fermentando paradojal e inevitable globalización, propongo dar curso a la locura para ver si es capaz de seguir los pasos de tantos organizados cuerdos amontonados. Camino a aprecios elementales de identidad; de las nuestras siempre ocultas raíces y savias. Que de la fotosíntesis y de nuestras verduritas ya se ocupan en urgida “existencialidad” nuestras mujercitas. Y en adición, empezar a considerar qué reclama y regala nuestro cuerpo para hospedar ánimos y sentir cercana la antigua e inagotable fuente de la creación. Tengo la sospecha que éstos: locura y cuerpo, son los últimos cobijos del hombre concreto. ¿Alguien quiere proyectar para ellos? De Ángeles Castro: Así viven los porteños hoy , 8/5/2014 En más de 60% de los hogares porteños viven una o dos personas: 31,7% vive solo y 29,7% lo hace con otra persona. Otro 16,6% de los hogares está formado por tres miembros, y sólo en 7 de cada 100 viven cinco o más individuos. Como otra cara del mismo fenómeno, el 38,7% de las mujeres no tienen hijos y, de las que sí, casi el 70% tiene hasta dos (29,3%, uno, y 39,9%, dos) Diez años atrás así apuntaba: Estimo que en los próximos cien años los paises desarrollados verán al 50% de sus hombres y mujeres viviendo en soledad. Que no sólo se multiplicarán esquizofrenias, sino también , que muchos se armonizarán sin médicos ni medicamentos. Y que al “Yo”, éstos esquizofrénicos lo sentirán como parte de un postmedioevo. Que al “uno”, incluído el “uno mismo” lo encontrarán tan cohabitado, que por lo menos será un “dos”. Que hasta la cibernética reconocerá un día este desafío del “dos”. Que de aquí nace senda de mucha mayor integridad; donde la responsabilidad individual crece en apropiada proporcionalidad. Confío que mis nietos estén a gusto activos en sus municipios. Y que las pirámides burocráticas queden perforadas como un colador por comunicación mucho más horizontal. De todas maneras y a pesar de reiteraciones y esfuerzos resaltando la figura del hombre concreto, fastidiado de tanta mención y tan pobre consideración, mis estimaciones siempre tendrán resguardo de aprecio muy agradecido, a los que perseveran y trabajan con mirada proyectual sostenida y claro desinterés personal, por el bien común. La mirada a la ciudad, sin duda, la más necesaria y la más lejana, encuentre en fuente de Naturaleza su contención y su mejor aliada.
Resumen El resumen de 200 palabras que solicitan me gustaría dejarlo en las manos y brevedad de amigos poetas con los que de tantas formas me identifico. Tomen Uds. las líneas y palabras que les parezcan apropiadas. Como ejemplo, rescato de Cornejo: “una línea suya, perforando el espacio, nos sea imperceptible como los brotes a la madera”. Estas 15 palabras me inspiran más que 200.
Y si es cuestión de resumir aun más: “...una línea... perforando el espacio, nos sea imperceptible.” (No vaya a ser cosa que se me aparezcan las famosas pirámides)
Cruza el umbral donde las pampas florecen mundos viejos y súmate a las suertes de todos los pioneros: aborígenes, esclavos mártires de tu raíz. Transita con ternura su infierno paraíso simultáneo, poblado de afectos ancestrales de gente como tu Manrique Zago
Permanece F
Palabras que escuchara Blas, de un más allá; a cuyas advertencias, merced a trabajo poético, estimo mi hermano escapa. Esfuerzo del músculo tan tenso en el hueso del humano propósito industrioso; que piedra a piedra eleva y escalona; bordea y perfila. De abismo hueco y vacío. Donde herramienta, si cae, en su pirueta solitaria la oscuridad devora. Marca neta observada desde el mecánico ojo de un satélite al servicio de toda y cada novedad informa de un muro y su correspondiente abismo construídos el uno para el otro hace hoy un millón de años.
Fábula no aprendida navegué la vida; fascinado, miré la profunda intuición revuelta. Lo incomunicable dejó mis ojos blancos. Blas Castagna
Hoy, como ayer, las princesas herederas por sangre de toda divinidad se hicieron construir un palacio de hierbas en la foresta. Blas Castagna
Mis ojos se niegan a la distancia prefieren la presencia fortuita y cercana; mis ojos no creen en las montañas ni en el don del sol en los desiertos. Sólo la oruga sobre el pétalo. Ningún caballo trota ya en la orilla del mar. Blas Castagna
(de la pequeña Alba) Aura de magia infinita aire de amor ancestral templo de musas arcaicas tinte de sol invernal. Cada forma es un adorno simple y llano el material ecología del alma que se recicla al andar. Invitación al asombro un nido para ahondar en los misterios divinos del eterno ser astral. Gracias por el ejemplo de entrega incondicional cal, arena y cimientos para siempre recordar. Alba Carunccio
a F Un carpintero haciendo cosas para otros pudiera ser una leyenda es más seguro que una línea cómo una incisión suya un día, perforando el espacio nos sea imperceptible, como los brotes a la madera. Mariano Cornejo Barcelona l987
Talla Golpea sudoroso y cada golpe dado modela la madera: el semejante que llevará sus guantes y las facciones del pariente. Amarillento, con fuerte olor moral se perfila el deseado. Golpe a golpe la mano hace su propia suma: estrofas, pedregullos, argucias de la voz, ritmo de las zarzas más allá del paisaje. El que golpea capitula, se acuesta junto al hacha cuyo brillante ojo ilumina su mano. Y ese pequeño rayo desde el hierro inaugura su sueño. Raúl Santana un original para el querido F
a F y te hiciste locura para viajar el silencio y te hiciste cordura para gritar la locura y te hiciste niño para jugar incierto el juego ausente del viento, las aguas y los cielos
¡Pobres almas humanas que todo lo ordenan Que trazan líneas entre una cosa y otra, Que colocan letreros con nombres en los árboles /absolutamente reales. Y dibujan paralelos de longitud y latitud Sobre la tierra inocente y más verde y florida que todo eso! Fernando Pessoa
(mi oculto lugar) ¡ ayh utopía, que enciendes para mí, los candiles, la confianza de cada día ! F
Estos textos fueron escritos, editados, impresos y encuadernados a fines de Junio del 2004, por Amor al huerto, sin necesidad de salir de su pequeño hogar; ni para realizar esta tarea, ni para vivenciar todo lo que bien tardío, luego de obrar, aquí ha expresado. La tipografía original pertenece al antiguo Padre de incunables William Caxton, hoy reestilizada por Usherwood.
Y para no exasperar, ni contagiar pestes exclusivas del autor de estos textos, él mismo se ha dado al uno a uno de su publicación para entregar en mano a las personas que estima le perdonarán y no se contagiarán su interminable vehemencia: esa que apunta a referir al fenómeno de la creación y al trabajo afectivo; que muchos acordarán, son alientos de tan visibles vientos, como de ocultos cimientos y savias que brotan de fuente encriptada, donde moran quienes acompañan desde siempre silenciosos los pasos de cada una de las Vidas
En Febrero del 85, gracias a Blas Castagna y a Raúl Santana, un celta amigo, también salvaje y entrañable, conocimos a Odell. Tremenda laboriosa; toda una década dada a reflejar con su trabajo los temas del amor en los abismos del hogar; o del hogar en los abismos del amor. Con tal profundidad, desestructuración, sencillez, energía y ternura, como solo una mujer, en el abismo de su unidad podría expresarlo. Unidad que no ha cesado de ganar en confianza, entrega y valentía, sin desviar un ápice su mira. Adjetivos y atributos comunes, para traspasar todo límite y fundirse con todos sus amores "perdidos", en ese establo que es su hogar. Y así extensamente restaura; y a todos sus afectos, aun los ancestrales, de esta suerte resuscita.
He soñado y he deseado en este establo, hospedar y celebrar, no tanto "virtudes" plásticas y "bellezas", siempre bienvenidas, cuanto expresiones con diafragma y tripas, que reflejando situaciones abismales puedan hacer economía de relatos, que podrían ser peores en manos mías. No se advierten frenos canónicos que pudieran quitando espontaneidad, restar sinceridad a la obra. Alertas “al ojo dulce y a la mirada repentina”, que de tantas formas van asistiendo nuestros indecibles. Sacando provecho de esta enorme y siempre amenazada isla: nuestras naturalezas: las más íntimas. Reduciendo al mínimo la mención de absolutos. Y valorizando al máximo el impulso develador, de los que morando en cercanía de afectos, tanto en simpatía como en "dispatía", descienden desde lo alto de sus abismos familiares, sus más sentidas relaciones: las de sus arquetipos personales y las de sus terruños. Mercedes al esfuerzo: señal de elevación. Y al afecto: tan poco contemplativo, como reguero de unidad, merced a su temple activo. Es demasiado bueno para mí, que una mujer como Odell, con su potencia expresiva, compense con la desestructurada ternura de sus obras, el alto contraste de las arideces mías. Para avalar las tiernas estructuras que un hombre puede con su esfuerzo elevar, quiso la vida acercarme al alma, a mi hermano mimético Blas, y así ayudarme a construir con mayor confianza y libertad, mi propia obra. Pero el camino de Odell, por ser mujer, es sin duda alguna para mí, en extremo sencillo, sensible y directo, aun sin estructurar. Potenciando su expresión, frente al arte reflejado en tantos virtuosismos. De la unidad a sus abismos y a sus afectos: la profundidad y coherencia de toda su obra. Acariciándola con sus trapos como si fueran los de una madre parturienta. Toda su materia siendo traspasada por la luz de sus orígenes y sus tránsitos. ¡Qué bueno es tener junto a la obra de un hombre, la obra distintiva de una mujer salvaje! Para que cada uno pueda construir y acariciar su obra, sin confusiones y con menos pérdida de lo más propio de su naturaleza. Estos espacios serán mientras viva, reflejos de mi hogar. También lo serán después. Por tanto, no conforman el espacio público de una galería de arte. Antes bien sería prudente imaginarlo como un establo. Una particular "trastienda" a la cual se accede por previa solicitud, o invitación. De esta manera contribuyen a proteger mi espontaneidad, mi afectividad y mi privacía; fuentes profundas de todos nuestros Eurekas. Desde la ausencia, asistimos con nuestro trabajo, lo que pudiera a través del sostén de ese afecto, acercarle entidad y protección a la intemperie de esa esencia. El desalojo, la pérdida del hogar, su ausencia, pudiera ser nunca aceptada; Aspirar al hogar, aspirar a la presencia cercana de los que amamos, bien pudiera ser en vano. Pero de esa energía "que no va", se nos regala cada día, el ánimo para lo que va; en trabajo afectivo tan deseoso como recordatorio. Conviene aclarar, que en ésto no hay voluntarismo alguno. Al comienzo sólo un persistente, callado, "io vuolo". Que con trabajo animoso nos deja cada día tan pequeños como antes, pero cansados y un poco más felices. No importa, repito, si fuera en vano. No hacemos preguntas; pues éstas solo a la razón alcanzan. Sólo damos respuestas tozudas. Y así de ello quedan huellas de no aceptación; de no rendición; tan decididas, como mansamente resueltas en trabajo. La intemperie de una esencia: "la ausencia", es tan importante en estas obras de afecto, que sin esa pérdida, no habría obra profunda alguna. Y que por abismales reclaman, a más, la discreción que regala la abstracción. Con ella asistiendo a suscitar nuestros indecibles, nos acercamos al territorio de los fenómenos estéticos. Tratando de conservar nuestra pequeñez, no haciendo aportes a los estétricos con figuración alguna. Hospedando y hospedados en abismos, que aspiran y suspiran alientos a nuestra identidad. Soplos de arcanos que a través del ánimo de cada amanecer, se vierten a nuestra existencia y son nuestros consuelos; construyendo nuestra pertenencia al terruño de nuestras naturalezas. Difíciles elevaciones éstas que llamamos "destino", hacia el océano de sangre de nuestras identidades. Inmersos; sensibles a él, a partir de la pérdida parcial o total de nuestros afectos. Y por ello perdidos de "cordura". Los detalles que implica la locura primero quiso la vida los expresara con trabajos del pescuezo para abajo. Que luego tal vez, habría ya mayor de relatarlos con otra perspectiva. Decir hoy que una gallina echada cobijando sus polluelos, fue indicio para el despliegue plástico de una obra de 500 toneladas, sería uno solo de los muchos comienzos de un interminable relato. Tarea imposible de imaginar; menos aun de asegurar. Camino sólo abierto desde los más grandes desconsuelos, al reencuentro urgido de la más perdida identidad. Reflejada hasta su más antigua raíz en estas obras. Incansables repeticiones esenciales que alcanzan su entidad, en el mismo persistente y onomatopéyico tik toc de mis instrumentos de trabajo. Francisco 2000 Sortilegio . Sabes hablar con el barro, los espíritus y las ánimas del templo. Se reflejan en el agua del estanque tus pupilas cristalinas. A tu paso, las ramas de los árboles se convierten en latir de bailarinas. Así te siento, caminando por tu bosque, Al Maitén. Así te contemplo. Tu mirada profunda traspasa los umbrales de la luna y de la aurora. En tu obra, de ocres mágicos, la materia mira al cielo entre tus manos. Caminante infatigable de infinitas dimensiones y universos lejanos. En la cercanía de tu amplia sonrisa el misterio es un hada seductora. Después de haber atravesado los entresijos más dolientes del abismo. ¡Qué sobria maravilla lograste con tu esfuerzo. Este loco cantarín somatiza en armonía las veladas de ese rancho donde los Ángeles cohabitan en tu pecho. Monasterio que yo mismo frecuenté en la torre del Amor y los abrazos de una musa indomable.
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