Index . a nutrir paisaje protegido mirando por: Cap I Ecología de ecosistemas e hidrología urbana . 20 preguntas confesiones . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . Dinámica horizontal en humedales: esteros, bañados, meandros, cordones litorales . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . Cap II Patrimonios en ámbitos rurales, confesiones . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 38 . 39 . 40 . 41 . El paisaje construído en Al Maitén . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . Cap III Paisajes culturales . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . Cap IV El timón 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . Cap V Leyes particulares . introito . 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 . Cap VI Paisajes interiores Inmanencias . 1 . 2 . . La viga de cruce . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Joaquín Lera . . jubileo . . creación . . intangibles . . Carlos Lohlé . . Guillermo Roux . . Roux y Alonso . . César Pelli . . Joaquín V. González . . NicoLNOL . 1 . 2 .
NicoLNOL 2 El eterno joven que cambió al mundoCon la teoría de la relatividad, que cumple un siglo, el científico daba el golpe de gracia a la Modernidad e instalaba, junto a las vanguardias artísticas y a las ideas de Freud y Jung, un nuevo paradigma aún vigente Por Ana María Llamazares para La Nación, 27 de Marzo del 2015
La teoría general de la relatividad, que cumple 100 años, convirtió a su autor en un ícono indiscutido del revolucionario siglo XX. La dimensión de la creatividad de Albert Einstein supo encontrar no sólo la energía escondida en el interior del átomo y la trama multidimensional del cosmos, sino el gran arco voltaico que unen la ciencia y el arte. Einstein fue también un apasionado violinista que interpretaba a Mozart para convocar las respuestas que su mente no hallaba por sí sola. A esto se sumó un estilo excéntrico, solitario y enamoradizo, y un ser comprometido con los problemas sociales y humanos. Tal vez esta fulminante combinatoria hizo que su fama lo sobrepasara de tal manera que en cierta ocasión Charles Chaplin, frente a las multitudes que los ovacionaban a ambos, le hizo la siguiente broma: "A mí me aclaman porque todos me entienden y a usted, porque nadie le entiende.". Era en 1931, durante el estreno del film City Lights (Luces de la ciudad) en Los Ángeles. Habían pasado apenas 16 años desde la publicación de su teoría sobre la estructura del espacio-tiempo; una nada, teniendo en cuenta su complejidad. Pero hoy, con un siglo de vida, la teoría sigue siendo un misterio para la mayoría de la gente, aunque sus consecuencias nos hayan cambiado radicalmente la vida a todos. Las primeras décadas del siglo XX fueron una eclosión de ideas renovadoras. Los ecos de la filosofía nietzscheana y su "muerte de Dios" se escucharían cada vez más en los ambientes filosóficos y culturales. Las vanguardias artísticas, con Picasso a la cabeza, consumaban el fin del realismo figurativo. Freud y Jung abrían las compuertas inconscientes del psiquismo humano. Bertrand Russell descubría paradojas lógicas que derrumbaban la ilusión de alcanzar la certeza con la pura razón. Pero el verdadero golpe de gracia a las concepciones de la Modernidad vendría de las ciencias físicas: Albert Einstein, con sus dos versiones de la teoría de la relatividad (especial en 1905 y general en 1915) y más tarde, con uno de sus vástagos más importantes, la física cuántica, terminó por subvertir los pilares del universo newtoniano, trayendo una nueva visión sobre el espacio, el tiempo, el movimiento, la causalidad, la estructura de la realidad y el lugar del ser humano en el cosmos. El gran cambio de paradigma se constela en esos inicios de siglo, y Einstein fue sin dudas uno de sus principales protagonistas. Con 26 años apenas cumplidos, en marzo de 1905, considerado el annus mirabilis (año milagroso), Einstein publicó varios artículos fundamentales. Sus colegas rápidamente reconocieron que con sus audaces aportes ya abría horizontes inexplorados. En uno de ellos, proponía que la luz no sólo se desplaza en forma de ondas, como se sostenía hasta entonces, sino que también lo hace en el vacío y en forma de partículas: quantos de luz, más tarde bautizadas fotones. Introducía así una nueva explicación para la radiación lumínica y también borraba de un plumazo la existencia del éter -su supuesto vehículo material-, abriendo la puerta a la exploración de la naturaleza dual (onda-partícula) de la energía, luego continuada por la física cuántica. Fue este artículo el que le valió, en 1921, el Premio Nobel de Física. Pero en rigor su gloria le correspondía sobradamente por sus otros artículos, que son los que lo hicieron pasar a la posteridad como el creador de la teoría de la relatividad. En su primera versión de 1905 -la relatividad especial-, demuestra la interrelación entre el espacio y el tiempo, hasta entonces concebidos como dimensiones absolutas e independientes entre sí. Allí propone una cuarta dimensión conocida en adelante como el "espacio-tiempo". Mientras la velocidad de la luz es constante, el espacio-tiempo es dinámico y relativo, porque depende de la posición y la velocidad del observador; algo que hoy nos sigue resultando extraño, aún después de tantas películas que imaginaron las distorsiones que se generan al desplazarse en el tiempo. Como si esto fuera poco, en otro de sus famosos artículos demostraba que la relatividad implica la equivalencia entre masa y energía, expresada en la famosa ecuación E=mc2. Dicho de otro modo, daba por tierra con la visión materialista estrecha, al mostrar que el mundo está hecho de energía y la materia es tan sólo una de sus manifestaciones más burdas. Diez años más tarde, en 1915, Einstein logra incorporar a su teoría general de la relatividad el efecto de la fuerza de la gravedad, algo que ni el mismo Newton había logrado descifrar del todo. Aquel gran reloj fríamente previsible se convertiría en un tejido elástico -el espacio-tiempo-, susceptible de curvarse y deformarse por la presencia de materia o energía, capaz de desviar la trayectoria de la luz. En 1919, una observación astronómica lo corroboraba, consagrando definitivamente no sólo a Einstein, sino a la relatividad como una realidad cosmológica que cambiaría a partir de entonces nuestra visión del mundo. Porque si bien el impacto de estas ideas en la ciencia y en la tecnología fue enorme, sus implicancias filosóficas y culturales fueron mucho más allá, generando una ampliación de la consciencia colectiva. Einstein abrió simultáneamente la exploración de lo infinitamente grande (el cosmos, la velocidad de la luz y el origen del universo) y de lo infinitamente pequeño (las partículas subatómicas y el interior de la materia). Dos caminos sólo aparentemente divergentes que, con el correr del tiempo, se reencontraron en un mismo y asombroso reconocimiento: lo que conocemos es sólo una ínfima parte de lo que existe. Tanto el vacío del universo como el vacío del átomo guardan secretos y fuerzas insospechadas, y sus límites se extienden a medida que nuestra mirada se hace más penetrante. Con su visión multidimensional, Einstein parece haber abierto la puerta del inconsciente cósmico, casi en paralelo con el develamiento del inconsciente psíquico. Quedó claro que la razón y la moral sólo se pasean por la superficie del iceberg, mientras la realidad en toda su magnitud emerge desde las profundidades de ese 95% de materia oscura y abismal convocada por nuestra mirada. Aunque Einstein nunca participó personalmente en la investigación nuclear y se convirtió en un activista del pacifismo, sin duda, destapó la caja de Pandora, al habilitar el conocimiento de un poder destructivo nunca antes experimentado por la especie humana. Pero al mismo tiempo, permitió tocar un punto límite. Como quien desciende al Hades y logra sobrevivir en el intento, la humanidad tuvo acceso a la fuente profunda del poder sobre la vida y la muerte, para descubrir que es allí donde también reside la libertad de elegir, de hacernos cargo y ser responsables de su uso. El mito patriarcal que nos indujo a matar para sobrevivir alcanzó así una suerte de culminación y se abrió la posibilidad de explorar otro camino, el de morir para renacer y amar para seguir viviendo. Se inauguró así un tema existencial que aún, emocionalmente, nos cuesta aceptar: que el misterio persiste incólume, más allá de nuestros prometeicos esfuerzos por desentrañarlo, que es inútil resistirse a la incertidumbre y la paradoja -tan constitutivas de la realidad como el aire que respiramos- y que la única brújula que tenemos en nuestras manos es la consciencia y el amor. Tenía que ser un genio científico -porque ése era el lenguaje que escucharía el siglo XX-, pero con altas dosis de místico, de artista y de una cuerda locura. Que sus éxitos no lo llevaran a la soberbia es también una lección perdurable.
Comentarios He aquí a una mística posmoderna pretendiendo, al mejor estilo new age, hacerle decir al mil veces explotado Albert Einstein lo que nunca dijo y acusarlo de un crimen que nunca cometió.. Si Einstein hubiera tenido la intención filosófica de "dar por tierra con la visión materialista estrecha, al mostrar que el mundo está hecho de energía y la materia es tan sólo una de sus manifestaciones más burdas" , habría expresado su célebre fórmula como m=E/c² , poniendo a la masa en función de la energía y no com la expresó: E=mc² , que pone por el contrario a la energía como función de la masa .. Es decir que con los mismos argumentos que intenta la espiritualista autora, un materialista podría afirmar que Einstein demostró que el mundo está hecho de materia y la energía es tan sólo una de sus manifestaciones más burdas.. Por supuesto, Einsten tampoco dijo ésto. Lo que es constante , por otro lado, no es necesariamente la velocidad objetiva de la luz sino la medición y percepción de la velocidad de la luz en el vacío en relación a un sistema, independientemente del estado de movimiento de ese sistema .. Confundir lo uno con lo otro equivale a confundir un modelo matemático de la realidad con la realidad misma. Es confundir el mapa con el territorio. Tampoco es cierto que Einsten le haya dado el "golpe de gracia a las concepciones de la Modernidad" .. ese golpe se lo están tratando de dar los antimodernos que le quieren hacer decir a Einstein lo que no dijo, como la autora de la nota. Con todo, la nota tiene el enorme mérito de ser la confesión de parte que nos releva de más pruebas, al poner de manifiesto su franca posición y pasión mística y antimoderna, y por lo tanto anti-mente y anti-ciencia y confirmar así los brillantes diagnósticos del gran filósofo Stephen Hicks expuestos en "Explaining Posmodernism" y los de Ayn Rand que tan sabiamente advirtió hace más de medio siglo: <<"Como producto de la división del hombre entre alma y cuerpo, hay dos clases de maestros de la Moral de la Muerte: los místicos del espíritu y los místicos del músculo, a los que llamas espiritualistas y materialistas; los que creen en la conciencia sin existencia y los que creen en la existencia sin conciencia. Ambos exigen la rendición de la mente, uno frente a su revelación, el otro frente a sus reflejos. Por más que vociferen ser irreconciliables antagonistas, sus códigos morales son iguales, así como sus objetivos: en la materia, la esclavización del cuerpo; en el espíritu, la destrucción de su mente.>>
Aprecio a sus comentarios Estimado Walter acercarle estas expresiones de Lovecraft Los hombres de mas amplia mentalidad saben que no hay una distinción clara entre lo real y lo irreal; que todas las cosas parecen lo que parecensolo en virtud de los delicados instrumentos siquicos y mentales de cada individuo, merced a los cuales llegamos a conocerlos, pero el prosaico materialismo de la mayoría condena como locura los destellos de clarividencia que trascienden el velo común del claro empirismo Es una lástima que la mayor parte de la humanidad tenga una visión mental tan limitada a la hora de sopesar con calma y con inteligencia aquellos fenómenos aislados, vistos y sentidos por unas pocas personas, siquicamente sensibles que acontecen mas allá de la experiencia comun, Los seres humanos son distintos y también sus destinos, y su mayor fuente de sabiduría no es la razón ni el conocimiento científico, sino la experiencia, la suma de vivencias que acumulan a lo largo de su existencia Los hombres de ciencia sospechan algo sobre ese mundo, pero lo ignoran casi todo. Los sabios interpretan los sueños. Los dioses se rien. Vaya mi enorme aprecio a Ana María Llamazares por sus “errores” Francisco Javier de Amorrortu
"Nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en las mismas circunstancias" En ésto no hay ni puede haber término medio: o lo asumimos como cierto o renunciamos a pensar, argumentar, debatir y conocer y nos conformamos con emitir gruñidos y entonar mantras tomados de la mano en la puerta de la caverna.. . Lo enemigos de la realidad pretenden argumentar y pensar , es decir usar los mismos métodos de la razón cuya validez niegan, y lo hacen justamente con el objeto de negarla. Aceptar que hay diferentes puntos de vista y hacer un buen uso de esos puntos de vista integrándolos para deducir cuál es esa verdad que tiene distintas caras, requiere la aceptación de premisas objetivistas: el Principio de Identidad y el Principio de No Contradicción. Veamos el caso por ejemplo de esa conocida ilustración que muestra las sombras de un cilindro sobre dos paredes ortogonales .. en una de las paredes la proyección es un círculo, y en la otra es un cuadrado.. La ilustración sugiere que entender que hay distintos puntos de vista es el comienzo de la sabiduría, con lo cual por supuesto coincido.. , Hagamos entonces un "experimento pensado" como solía hacer Einstein: imaginemos que un automóvil se mueve por una ruta y es adelantado por otro que se mueve a una velocidad cercana a la de la luz .. En el preciso momento que se adelanta, ambos miden la velocidad de la luz y a ambos les da el mismo resultado RELATIVO : cerca de 300.000 kilómetros por segundo en relación a su propia velocidad. O sea , que al sumar su propia velocidad, ambos miden velocidades absolutas de la luz diferentes .. Un místico pretenderá que la realidad objetiva de la velocidad de propagación de la luz cambia con el observador .. Pero un pensador coherente deberá concluir que son la medición de la velocidad , la percepción e incluso los efectos de la luz ( y de las interacciones todas las partículas del objeto en movimiento entre sí, incluyendo las células nerviosas y los átomos de los instrumentos de medición ) los que son diferentes para diferentes observadores que se mueven a diferentes velocidades.. Porque sabe que la velocidad objetiva de propagación de la luz en el vacío no puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo lugar la medida por cada observador. Es casi cómico ( y trágico a la vez ) , que los mismos tipos que se la pasan arengando por la consideración de las diferencias de la cosas vistas desde distintos puntos de vista , se olviden de esa consideración cuando pretenden que de Einstein se desprenda que la realidad misma es relativa y subjetiva.
Tras insistir sin resultados de alcanzar esta extensa conversación, procedí a editar este html y acercar su vínculo. Coincido con Anallama que las dicotomías objetivo-subjetivo en un momento de la Vida pierden bastante de su sentido. Por cierto, esta sospecha no es fruto de la razón o la sin razón, sino de vivencias radicales que cambian por completo nuestros enfoques de la Vida. Así por caso, no es dable imaginar desde la cordura, que un sujeto fuera algo más o algo menos que un sí mismo con todos sus constituyentes concientes e inconcientes; pero uno al fin. Entendiendo la cordura como esa función de las criaturas de entenderse con algún grado de empatía. Pero el caso es que de vez en cuando nos toca ser tocados en el alma por alguna criatura, que una vez partida, lejos de ser olvidada nos deja abierta una herida que cambia todas las perspèctivas de la Vida. Y así conocemos la locura. La locura, al menos para quien la ha vivido y de alguna forma la sigue viviendo gracias a haber alcanzado una mínima armonía, se mueve o para ser más preciso, nos mueve por fuera de los marcos acreditados por la mayoría para llevarnos a ver las cosas desde otras perspectivas. Por cierto, ésto no facilita la comunicación. Sin embargo, no por ello abandona su deseo de oportuna expresión luego de transcurridas algunas décadas de silencio. Volviendo al sujeto. Esta criatura así golpeada en el alma (y ésto va de acuerdo al golpe que ha recibido), queda constituída en su conciencia en forma bastante diferente al del resto de las criaturas “normales”. Así por caso, éste que suscribe siempre aprecia llamarse “burro del hortelano”, “forro espiritual” y cosas por el estilo, imaginando que este recurso nominativo que por cierto altera las frecuencias que se mueven entre el sujeto y el objeto, acerca alguna precisión al hecho de sentirse internamente, sensiblemente cohabitado. Pero no en su mente; sino en todo su cuerpo. Y de hecho, en un cuerpo partido al medio, donde los espíritus vinculares ocupan las vías aéreas por encima del diafragma y los marcos parentales, las raíces y las savias ocupan la porción del cuerpo que sigue abajo del diafragma. Estas noticias son más antiguas que la más antigua filología de occidente. El soma sánscrito ha dejado huellas de ello, que ya en filología homérica vienen confundidas. Quien se siente así cohabitado tiene otra relación con los sueños que la que tienen la mayoría de los mortales. Y de ésto también da noticias alguno que otro poeta que habla de estas criaturas a las que describen naciendo en una aurora cada día. Los sueños vienen a estas criaturas, identificados en sus orígenes, en sus fuentes. Por eso les prestan una particular atención. Y si fuera el caso que esos sueños o para ser más preciso, ese espíritu vincular le sugiera mirar por los problemas de la luz, sus comentarios irán bastante más lejos que todo lo reconocido en catecismos al respecto. Si Einstein se hubiera visto movido a hablar de estos temas y no a los que aplicó su Vida, es bien probable que hubiera dejado abierta una sospecha de que no estaba solo cuando ya desde pequeño iba abriendo perspectivas. La Vida interior excede lo que conocemos y tenemos entendido. Siempre nos sorprende en algún momento de la Vida, pero pocas veces hacemos pie en esas vivencias para sacarlas a ventilar y no dejarlas guardadas en la herida. Por cierto, ese proceso de ventilación lleva décadas de trabajos corporales que nada tienen que ver con la cabeza. Que de hecho no usamos, porque ese espíritu que nos ventila se ocupa de hacerlo por nosotros. Todo el mundo cree que la locura está en la mente. Y por cierto no es lo que este burro acusa. Llegados a estas instancias decir que el cuerpo es una cosa y otra el alma, ya es estar bien ajeno a estas vivencias. No es un problema plantear como lo más normal estas diferencias, porque de hecho todo el mundo acompaña esa opinión. Pero imagine Ud Estimado Walter si a un burro de éstos le ocurre con toda sinceridad sentir así la Vida: que cuerpo y alma fueran una y la misma cosa y en adición sensiblemente cohabitada por espíritu las 24 hs del día; qué sentido tiene imaginar que este burro habría de diferenciar materia y energía. De hecho, me ha tocado en suerte, Gracias a mis Musas a las que siempre en mis escritos en SCJPBA agradezco con nombre y apellido para así cumplir con los Principios de Identidad y de No Contradicción, que en este caso resumiría como “principio de integridad” sin hacer mucho incapié en la propia identidad, pues le recuerdo que más cómodo me siento como “forro espiritual” que por cierto no tiene ningún compromiso con espiritualidad alguna, pues no se trata de arquetipos colectivos o alguna otra clase de absolutos, sino de arquetipos personales. Criaturas que alguna vez pasaron por esta Vida cargando tremendos sacrificios y llegados un poco más arriba de nuestras cosmovisiones o más bajo de nuestros pies dejaron huellas en sus amados terruños y sembrando a través del Amor más humano, ayudas más allá de ellos. Esto no es mística, ni espiritualidad que exceda al individuo que ese forro o máscara lleva puesto, sino un simple animus que cada día le mueve a festejar la Vida sintiéndose útil y queriendo a sus afectos. De hecho la pelabra griega prosopon (máscara) es la que Cicerón traduce para el churrete como "personae". Mucho antes de que de Saussure se diera a semiologías el mortero para pegar los ladrillos en la torre de Babel consistía en mezclar con arena huellas primigenias que así quedaban escondidas. En mi caso me ha tocado en suerte enfocar los temas de la luz en las calorías que acumulan los esteros y bañados que en planicies extremas acompañan aledaños a las sangrías grandes y pequeñas. Que luego por costas blandas y bordes lábiles transfieren como energías convectivas. Las únicas que se ocupan de dinamizar los flujos ordinarios mínimos llegados a las cuencas bajas en todos los cursos de agua del planeta. Cuando Anallama habla de cambio de paradigma y Ud la califica como mística, le confieso estar también intentando ilustrar opinión de un conveniente cambio de paradigma que empiece a resolver cuestiones tan concretas como las parálisis que afectan a todos los cursos urbanos tributarios que tenemos demasiado cerca cargados de miserias que no hay Corte Suprema que los resuelva. Le confieso que hace 35 años cuando me internaron, el diagnóstico fue delirio místico. Pero la tarea a la que vengo aplicando buenos ánimos durante estos últimos 18 años no tiene nada de mística. Por el contrario me parece demasiado concreta. Y frente a estas ilustraciones que Ud logrará visualizar en una decena de páginas web, la respuesta de la ciencia es el silencio. He tenido en mi pequeño hogar visitas algo más que calificadas que abonaron oportuna mi estimada tarea: pero luego Ellas quedaron en silencio. Y no me costó demasiado esfuerzo comprenderlas. Habían venido a constatar coherencias y se llevaron un abismo a cuestas. ¿Se imagina Ud lo que representa para un ingeniero hidráulico tener que aceptar tan solo la sospecha de que sus modelaciones extrapolando energías gravitacionales en planicies de tan solo 2 mm de pendiente por Km fueran horrorosas fabulaciones gestionadas por Newton hace casi 4 siglos? La crisis que se plantea entre sujeto y objeto en estas circunstancias está más allá de toda sospecha y de toda experiencia. El que sentía al otro como místico ahora ve la torta dada vuelta. Tengo la sospecha que el moderador me sugeriría acortar mis deseos de expresión, aún habiendo encontrado una persona de gratas orejas. Por si quisiera seguir intercambiando vivencias y experiencias le acerco este mail: famorrortu@telviso.com.ar Tal vez tomé demasiado en serio la cordialidad de sus saludos, pero de todas formas le agradezco. Francisco PD: le aclaro que nunca bebí, ni fumé cosas raras. Pasé 35 años sin ver médicos, ni tomar medicamentos. Ya soy abuelo de 6 nietos
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